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CRÍMENES DE GUERRA

Reabierto el “caso Couso”

Por Marta Borrachero VillarTiempo de lectura2 min
Comunicación11-12-2006

El Tribunal Supremo estimó que la justicia española es competente en todos los delitos de genocidio y crímenes contra la humanidad, incluido el caso de José Couso, y ha ordenado la reapertura de la investigación sobre su muerte.

La Audiencia Nacional investigará la muerte del camarógrafo español, José Couso, asesinado por tropas de Estados Unidos el 8 de abril del 2003 en Bagdad. Con esta decisión, el Tribunal Supremo ha estimado el recurso interpuesto por la familia del periodista, en especial por su madre María Isabel Permuy y su hermano Javier, que encabezan el movimiento a favor de que se haga justicia y se castigue a los asesinos de Couso. En primera instancia se entendió que la muerte de Couso y del cámara de Reuters, Taras Protsyuk, no se trató de “un acto intencional doloso de causar la muerte”, sino de “un acto de guerra realizado contra un enemigo aparente, erróneamente identificado”. Por tanto, el tribunal dejó sin efecto el auto del juez Central de Instrucción número 1 Santiago Pedraz, que ordenaba la busca, captura y detención, a los efectos de extradición, de los militares norteamericanos autores del asesinato. Estos son el sargento, Thomas Gibson, el capitán Philip Wolford y el teniente coronel, Philip de Camp, del 64 regimiento de Blindados de la Tercera División de Infantería del Ejército estadounidense, que se encontraban en el tanque que disparó contra el hotel Palestina donde se alojaban los periodistas extranjeros. El caso será devuelto a la Audiencia Nacional, donde deberá comenzar de nuevo la instrucción. Respecto a la aplicación del principio de persecución universal de los crímenes de guerra, la Sala consideró conveniente una “reforma legislativa que impusiese algún límite de la acción penal en su persecución ante los órganos judiciales españoles”. La Justicia estadounidense denegó el pasado 13 de febrero la petición formulada por España para que fueran interrogados los soldados imputados en la muerte de Couso. Javier Couso, hermano del cámara, se concentró junto con amigos y seguidores, frente a la puerta del Tribunal Supremo mientras los magistrados deliberaban. “Es una satisfacción tremenda ver que los magistrados del Tribunal Supremo hacen una acción efectiva de algo que ya es papel mojado como es el Convenio de Ginebra [que `trata de limitar el dolor causado por las guerras´]”, señaló el hermano del periodista fallecido. Dijo que su familia siempre confió en la justicia española “porque está a la vanguardia de la defensa de los Derechos Humanos y contra la crímenes de lesa humanidad, como fue el caso de Pinochet, entre otros”. La Asociación de Hermanos, Amigos y Compañeros (HAC) de José Couso sabe de las dificultades que se encontrará la justicia para poder juzgar a los supuestos asesinos de Couso, y agradecen “que el Tribunal Supremo haya allanado las trabas impuestas por la Fiscalía durante la investigación previa”. La HAC considera que la decisión del Tribunal Supremo “apoya moralmente la lucha emprendida por la familia de Couso hace casi cuatro años para impedir que su asesinato quedara impune”.