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ELECCIONES CATALANAS

Los partidos catalanes fuerzan una feroz campaña para lograr la Generalitat

Fotografía
Por Antonio PérezTiempo de lectura4 min
España22-10-2006

Los ánimos están caldeados. Las principales fuerzas políticas catalanas se han propuesto ganar a toda costa, y ello implica el uso cualquier tipo de armas: desde pactos ante notario hasta el reparto de preservativos con eslóganes ofensivos. A juzgar por lo visto hasta el momento, en la política -como en el amor o la guerra- todo vale.

Se podría decir que todo estaba visto en la política catalana, pero no sería una afirmación atinada. A la crispación que ha caracterizado la gestión del tripartito se le ha unido en las últimas semanas una carrera a fondo por lograr la llave de la Generalitat de Cataluña. El tradicional respeto entre partidos ya quedó de algún modo empañado desde la toma de posesión del tripartito y las polémicas protagonizadas tanto por el president Pasqual Maragall como por los líderes de los partidos en del Ejecutivo catalán. Con la salida de Ezquerra Republicana de Catalunya (ERC) los ánimos se calmaron, pero sólo el tiempo justo hasta que comenzara la lucha por la sucesión de Maragall y la vista puesta en las elecciones. Antes incluso de que se diera luz verde a la campaña electoral, Convergencia i Unió entregó un DVD junto a los principales periódicos con el documental ConfidencialCat, en el que se hacía una valoración crítica a la labor del tripartito. La respuesta del Partido Socialista de Cataluña (PSC) fue pedir a sus afiliados que tiraran el vídeo a la basura. Del mismo modo, ERC lo consideró “deplorable” y, aunque no fuera contra el PP, el líder del partido en Cataluña, Josep Piqué, consideró que la iniciativa escondía “falta de proyectos”. El resto de la campaña, lejos de que la tormenta amainara, ha seguido en la misma línea. El principal perjudicado está siendo precisamente el Partido Popular. Si bien CiU apuntaba directamente contra el tripartito en el documental, un día después, el líder y candidato convergente, Artur Mas, escenificaba ante notario un pacto en el que se comprometía a no pactar ni asumir ningún compromiso “estable” con el Partido Popular. El acto fue tildado como “patochada” por parte del candidato del PP, algo que no evitó que la fotografía de Mas fuera portada de los medios de comunicación. Esta actitud contra el PP –que venía, además, precedida de los intentos de agresiones sufridos por Piqué y por el número dos del partido, Ángel Acebes, en un mitin en Martorell el pasado día 10 de octubre-, se ha mantenido con pintadas contra el autobús electoral del partido en Tarragona, así como insultos y amenazas en la sede del PP en la misma ciudad, entre las que se encontraban amenazas de muerte contra Piqué y contra el secretario general del PPC, Rafael Luna y el juez Baltasar Garzón. Por otra parte, también el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, fue increpado por jóvenes en un acto en la Universidad de Barcelona cuando se disponía a presentar las propuestas de las juventudes de su partido de cara a la próxima legislatura. Y la mujer del político, Teresa Comas, también ha sido objetivo de diversos titulares después de que calificara a los miembros del PP como “hijos de puta” en una entrevista. Entrevista polémica y lemas sexuales contra la derecha El candidato del PSC, José Montilla, también se ha visto envuelto en una polémica por una entrevista en La Vanguardia. El líder socialista no congenió con el entrevistador, Xavier Sala i Martín, y le llegó a acusar de “sectario”. Este hecho sirvió para que CiU cuestionara la capacidad de Montilla para dirigir Cataluña ya que, a su juicio, no es capaz de “soportar la presión” de una entrevista difícil. Y, a pesar de que la campaña aún no ha llegado a la última fase, no terminaron ahí los incidentes porque las juventudes Iniciativa per Catalunya, distribuyeron unos folletos acompañados con preservativos en los que aparecía como lema la frase en catalán “Fóllate a la derecha”. Además, se aludía a que se hiciera “con Iniciativa”. Finalmente, tras hacerse pública la campaña, el partido decidió retirarla al considerar que el eslogan podía resultar ofensivo. En este sentido, la campaña electoral está siendo tan tensa como el afán de los distintos partidos por conseguir el mayor peso posible en el Govern. Las encuestas previas ya apuntan a la dificultad para que una única fuerza alcance los votos necesarios para gobernar en solitario, por lo que las confrontaciones entre las distintas opciones políticas se ven reflejadas en una lucha sin cuartel que deja –al menos de momento- en segundo plano los proyectos e ideas para el futuro de Cataluña y sus ciudadanos.