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FÓRMULA 1

Schumacher, un ‘mito’ vivo que se despide

Por Marta G. CalderónTiempo de lectura3 min
Deportes22-10-2006

Michael Schumacher se retira de la Fórmula 1 después de quince temporadas en el Mundial. El alemán cede el testigo a Fernando Alonso, pero se va con el mejor palmarés de la historia: siete títulos mundiales, 89 victorias y 68 poles. Schumi ha sido un ejemplo de ambición y superioridad, pues nunca se ha conformado con lo que ya había conseguido. Sin embargo, a veces se ha visto envuelto por la polémica debido a algunas acciones controvertidas en la pista.

Michael Schumacher se despide del Mundial de Fórmula 1 tras quince años dedicados a este deporte. El heptacampeón mundial –hombre récord de la Fórmula 1- anunció esta temporada su retirada de la competición, a los 37 años. Schumi nació el 3 de enero de 1969 en la localidad alemana de Hürth-Hermülheim. Con cuatro años su padre Rolf le construyó un kart y poco después le inscribió en el Club de Karting de Kerpen Horrom. Con 15 años y 16 años se proclamó campeón júnior de karts de Alemania. Los magnates de la Fórmula 1 se fijaron en él. Con 21, debutó con el equipo Benetton-Ford, donde permaneció cuatro temporadas, en el circuito belga de Spa Francorchamps. En 1994, Schumacher se hizo con su primer título mundial en la Fórmula 1 tras lograr siete victorias, diez podios y 92 puntos en 16 carreras. La temporada siguiente, el káiser fichó por la escudería francesa Renault y revalidó el campeonato con mayor autoridad: ocho triunfos, diez podios y 102 puntos. En 1996, comenzó la larguísima relación entre Ferrari y Schumi; la escudería italiana apostó fuerte por el alemán, pero los problemas mecánicos le hicieron abandonar hasta en seis ocasiones, y Damon Hill se proclamó campeón del mundo en esa temporada. Sin embargo, en el año 2000 comenzó la hegemonía de la marca italiana y el piloto teutón, que se hicieron con el Mundial cinco temporadas consecutivas. Desde entonces, Michael es el piloto que más veces se ha proclamado campeón de la Fórmula 1, con siete títulos. Juan Manuel Fangio es quien más se le acerca, con cinco campeonatos en los años 50. Pero tras la retirada del germano, el español Fernando Alonso se perfila como su sucesor. El fenómeno asturiano emergió en 2005, año en el que los problemas de la escudería roja, perjudicada por los cambios en el reglamento que pretendían recuperar la igualdad y la emoción, impidieron al alemán conseguir el octavo título. Pese a su grandeza, el campeón por excelencia de la Fórmula 1 se muestra a veces como Jekyl y Mr. Hyde: tan pronto es todo un caballero, educado y amable con la prensa, como realiza maniobras antideportivas en pista, impropias de un campeón. Damon Hill, Jacques Villeneuve y David Coulthard, cuando se jugaron el triunfo con el alemán, fueron testigos de excepción de sus supuestas trampas. Contra Hill y Villeneuve a Schumi no le importó estrellar su coche si ello le reportaba el título. Aunque contra el canadiense la jugarreta no le sirvió de nada en 1997. La estratagema más reciente la realizó en el Gran Premio de Mónaco de la presente temporada: Schumacher paró el Ferrari en la última curva del trazado cuando Alonso venía en vuelta rápida para conseguir la pole position. No obstante, aunque en ocasiones se haya visto bombardeado por las críticas, a la hora de alabarle, expertos y aficionados coinciden en que siete títulos mundiales no se ganan sin ser un verdadero campeón. Schumacher ha demostrado ser el mejor piloto de Fórmula 1 de todos los tiempos. En homenaje al káiser, los BMW Sauber lucirán en su alerón trasero el emblema “Danke, Michael”. “Gracias Michael”, en alemán.