PRESUPUESTOS
El Gobierno consigue aprobar sus cuentas gracias al apoyo de CiU y del PNV
Por Carmen Jardón1 min
Economía22-10-2006
¡Por los pelos!: así ha conseguido el Gobierno aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2007. Al final, el Ejecutivo ha logrado que sus cuentas salgan adelante con el apoyo nacionalista, lo que ya ha dado lugar a toda una guerra de acusaciones entre los diferentes grupos políticos. Las voces más críticas con el presupuesto y con los acuerdos consumados han sido las del Partido Popular (PP).
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) consiguió in extremis, es decir, en el último instante, el apoyo necesario. Los partidos nacionalistas Convergencia y Unió (CiU) y Partido Nacionalista Vasco (PNV) apoyaron finalmente el presupuesto tras varias negociaciones y retiraron las enmiendas a la totalidad que habían presentado. Esto facilitó la aprobación de las cuentas presentadas por el ministro de Economía, Pedro Solbes. El PNV votó a favor del Gobierno y CiU se abstuvo en la consideración de las enmiendas presentadas por el PP, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y Eusko Alkartasuna (EA). A cambio de este apoyo, el Ejecutivo se ha comprometido con el PNV, según ha anunciado su portavoz de Economía, Pedro Azpiapu, a renovar el cupo vasco (balance financiero entre el Estado y Euskadi) y a aumentar las inversiones en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) en esa comunidad. Con CiU, el compromiso nació con la creación de una comisión bilateral Estado-Generalitat para estudiar cómo se debe calcular la inversión del Gobierno para Cataluña, una vez que hay acuerdo en que ésta ha de ser del 18,8 por ciento del total, que es el porcentaje que aporta Cataluña al Producto Interior Bruto (PIB) nacional. Tras estos acuerdos, solamente el PP, ERC y EA mantuvieron sus enmiendas hasta el final, pero que fueron tumbadas por los votos del PSOE, Coalición Canaria, PNV, BNG y Chunta Aragonesista y las abstenciones de Izquierda Unida, CiU y Nafarroa Bai. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, acusó a Solbes de modificar las cuentas iniciales por las presiones recibidas por parte del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, para que se aprobasen los presupuestos y consideró los pactos como un “chalaneo” y un “mercado persa”.