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ECUADOR

Denuncian fraude electoral mientras se espera la segunda vuelta

Por Marta Aguilera JiménezTiempo de lectura2 min
Internacional20-10-2006

Más de un centenar de quiteños se congregaron, el pasado lunes, con banderas de Ecuador a las afueras del Tribunal Supremo Electoral (TSE). El motivo: Denunciar el fraude de los últimos comicios y reclamar la renuncia de sus vocales por retardar los resultados oficiales.

Uno de los protestantes, Miguel Vallejo, declaró a los medios locales que está allí para “demandar la renuncia de los miembros del TSE, pues hay que defender la patria y echar a los corruptos. Está claro que la empresa brasileña E-Vote, contratada para realizar un recuento rápido de los votos, abandonó su labor y dejó el trabajo a medias”. Esta empresa debía entregar el resultado de las votaciones dos horas más tarde del cierre de los colegios electorales. Sin embargo, a la hora fijada sólo tenía el 70 por ciento del escrutinio, sin ninguna intención de retomarlo. Problemas de gobernabilidad Según el diario Le Monde, la situación de Ecuador de ingobernable. Además, es un país donde ningún candidato ha ganado unos comicios en la primera vuelta desde que se instauró la democracia. Y esta ocasión no iba a ser diferente. El próximo 26 de noviembre se sabrá quién sucederá a Alfredo Palacio en la Presidencia ecuatoriana. Muchos de los ciudadanos ecuatorianos ya no tienen esperanza ni fe en una política de cambio. Y pocos esperan que la situación mejore con el nuevo presidente. Además, creen que el Ejército se consolidará en su recuperada posición de poder. De los 13 candidatos a la Presidencia, el más populista y antisistema de todos es el candidato por Alianza País, Rafael Correa. Si Correa se proclamase ganador en la segunda vuelta, el choque entre el Legislativo y el nuevo Ejecutivo será inmediato. Esto es porque Correa ya ha adelantado que, en el caso de ser el vencedor, convocará un día después de asumir el poder un referéndum para elegir una Asamblea Constituyente, aprobar una nueva Constitución y votar un nuevo Congreso que refleje los intereses de la Presidencia, de forma similar a como el congreso venezolano refleja desde 1998 los intereses de Hugo Chávez. Con este alegato, Correa se declara amigo y admirador del presidente venezolano y, por lo tanto, rechaza un tratado de libre comercio con EE.UU. (igual que Chávez). Entre sus propósitos también entra el de terminar con la dolarización y volver a nacionalizar los recursos energéticos. El otro candidato con mayor número de votos, según los resultados provisionales, es Álvaro Noboa, un multimillonario bananero que representa la derecha tradicional y confía en que Correa se estrelle en la segunda vuelta.