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SUBDESARROLLO

África necesita mucho más que un día

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Sociedad21-05-2006

Nunca ha dejado de ser la colonia de Occidente. Es más, África parece sólo importar al mundo desarrollado por sus recursos naturales, la madera, el petróleo, los diamantes y el coltán y no por lo mucho que tiene que aportar un continente extensísimo con 54 países y unos 900 millones de habitantes.

A pesar de la pobreza, la sequía, las hambrunas, las guerras y la corrupción, en África se vislumbra una ténue luz de esperanza. A algo contribuyen en ello quienes desde hace un tiempo tratan de lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Aunque la ONU se propuso cumplirlos para 2015 y según van las cosas no se podrá alcanzar con éxito el plazo, gracias al esfuerzo de no pocas personas se están implantando poco a poco estos ocho principios. Es más. Aparte del esfuerzo de las ONG, África se está levantando muy lentamente de sus cenizas. Éso sí, quizás demasiado despacio. El primero de los objetivos es erradicar la pobreza extrema y el hambre; después llega la hora de alimentar el conocimiento y lograr la enseñanza primaria universal. Con la educación se alcanza también la igualdad entre géneros y promover la autonomía de la mujer. Precisamente, son ellas, las africanas quienes están abanderando una pequeña revolución que puede ser uno de los puntos de apoyos en los que se apalanque el desarrollo africano. El cuarto objetivo se fija en los niños y pretende reducir la mortalidad infantil. Muy relacionado con ello está el siguiente principio, mejorar la salud materna. Pensar en África, a los ojos de Occidente, es pensar en las enfermedades y, dentro de éstas, en el sida. A ello se dedica el sexto Objetivo de Desarrollo del Milenio. Después, la ONU propone garantizar en 2015 la sostenibilidad del medio ambiente y, como reza el último de los objetivos, fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Con todo lo que queda por hacer, la inmensa mayoría de quienes vivimos en Occidente desarrollado, sólo nos acordamos de África un día al año, cuando, cualquier minuto que pasa, la vida de muchas personas está yendo a peor en un rico continente de 54 países y 900 millones de habitantes.