Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

EE.UU.

México expresa su oposición al plan de inmigración propuesto por Washington

Fotografía
Por Marta Aguilera JiménezTiempo de lectura2 min
Internacional21-05-2006

El presidente estadounidense, George W. Bush, se desplazó a la frontera con México el pasado jueves para promocionar su proyecto de inmigración. Pidió una mayor seguridad fronteriza y la aprobación de su programa de “trabajadores invitados”. Por su parte, México ratificó su oposición al plan.

Bush afirmó que el Gobierno mexicano debe colaborar en el control de la frontera común, pues la traspasan cada año miles de emigrantes indocumentados. “Deben hacer su parte del trabajo para asegurarse de que nuestra frontera sea segura. Deben vigilar su lado de la frontera”, afirmó Bush, en su discurso pronunciado en Yuma, Arizona. Hasta el levantamiento de las vallas, muchos mexicanos solían arriesgar sus vidas atravesando esa localidad para buscar trabajo en Estados Unidos. El discurso del presidente estaba precedido por una intervención que hizo el pasado mes de marzo en la que exigía al Congreso la aprobación de una reforma migratoria que incluyese la vigilancia fronteriza en México, el cumplimiento de las leyes y un programa para los trabajadores temporales. Con su exposición en Yuma, Bush respondia a la iniciativa mexicana del envío de una carta manifestando su preocupación sobre la decisión del Senado estadounidense. En él, los legisladores debatieron sobre una revisión de las leyes migratorias, que otorgaría a una parte de los 12 millones de inmigrantes ilegales la posibilidad de obtener la ciudadanía si pagan una multa y todos los impuestos atrasados, además de aprender inglés y de ampliar el muro en la frontera. Estas medidas del Senado han superado ya muchos obstáculos para ser aprobadas. Sin embargo, aún les queda pasar las duras negociaciones en la Cámara de Representantes. Aquí, un número importante de republicanos se opone a ella y la califica de “amnistía para quienes violaron las leyes de EE.UU.”. Una gran muralla El presidente de EE.UU. anunció además el envío de la Guardia Nacional a la frontera con México para brindar asistencia logística a la guardia fronteriza. Además, afirmó que tiene sentido instalar vallas en la zona para impedir el ingreso de inmigrantes ilegales, pero no amurallarla por completo. Cada año miles de mexicanos entran ilegalmente en EE.UU. en busca de trabajo. “Hay 12 millones de mexicanos al otro lado de la frontera. Personas que viven día a día angustiados por la necesidad de una reforma que les permita vivir tranquilamente”, dijo el ministro mexicano de Asuntos Exteriores, Luis Ernesto Derbez. México desea que EE.UU. facilite a los inmigrantes el proceso para legalizar su situación y que apruebe un programa de trabajadores invitados, en lugar de concentrarse en reforzar las fronteras. El bienestar de los inmigrantes ilegales en EE.UU. es un asunto de gran relevancia política en México, donde la oposición ha criticado al presidente mexicano, Vicente Fox, por no protestar con suficiente fuerza contra el fortalecimiento de la frontera que impulsa Washington.