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UNION EUROPEA

La Cumbre Euromediterránea termina sin lograr acuerdos importantes

Por Berta PardalTiempo de lectura1 min
Internacional28-11-2005

Los países de la Unión Europea y sus vecinos del Mediterráneo se reunieron el 27 y 28 de noviembre en Barcelona. El principal objetivo fue impulsar la cooperación entre Europa y los socios árabes e israelíes en la lucha contra el terrorismo y la inmigración ilegal.

La cita conmemora los diez primeros años del Proceso Euromediterráneo de Barcelona. Pese a las expectativas de dialogo y compromiso, se ausentaron varios mandatarios árabes como el presidente sirio, Bachar al Asad; el rey de Jordania, Abdalá II; y el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, quien se encuentra en preparando las próximas elecciones y su nuevo partido. La iniciativa más novedosa la aportaron y copatrocinaron Reino Unido, como presidente de turno de la Unión Europea, y España. Se trató de la aprobación de un Código de Conducta sobre Terrorismo en el que todos los países del área euromediterránea, incluyendo por tanto a Israel y sus vecinos árabes, suscriban un texto en el que se condene el terrorismo en todas sus formas y obligue a todos los estados a combatirlo. Pero el texto se topó con algunas dificultades por la oposición de algunos países árabes que insisten en marcar una clara diferencia entre los terroristas y los combatientes o activistas que cometen este tipo de actos "en legítima defensa para la liberación nacional contra una fuerza ocupante". La dificultad para definir “terrorismo” entorpeció alcanzar el objetivo básico que perseguían y desencadenó que la cita de Barcelona finalizara sin llegar a grandes acuerdos. Tanto España como el resto de países de la Unión Europea se oponían a que se incluyera "cualquier salvedad u objeción" al término “terrorista” dentro del Código de Conducta y preferían un fracaso en este punto antes que incluir modificaciones en el texto. La importancia de este Código de Conducta radica, por un lado, en la firma y respaldo de Israel y sus vecinos árabes, y por otro, en que abre la puerta a una mayor cooperación con la UE en la lucha contra el terrorismo.