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IRAQ

El camino hacia el referéndum deja otras 110 muertes

Fotografía
Por Álvaro LealTiempo de lectura2 min
Internacional01-10-2005

La muerte del número dos de Al Qaeda en Iraq durante una operación conjunta norteamericano-iraquí en Bagdad parece haber desatado un estallido de violencia que incrementa la tensión entre grupos religiosos antes del importante referéndum.

Una mujer se inmoló el pasado miércoles en el exterior de una oficina militar estadounidense en la localidad de Tal Afar, al norte de Iraq causando la muerte de, al menos, cinco personas e hiriendo a 53, en lo que se cree es el primer atentado suicida de una mujer desde la posguerra. Además, una bomba estalló en el exterior de la casa de un guardaespaldas del popular clérigo chií Moqtada al Sadr en la ciudad de Nayaf, al sur del país, matando al menos a seis personas. El pasado jueves se produjo el golpe más sangriento, cuando al menos 85 personas murieron y 110 resultaron heridas en un triple atentado con coche bomba en la ciudad chií de Balad, al norte de Bagdad. La explosión de los dos primeros coches bomba se registró en el centro de la ciudad. El tercer ataque, 10 minutos después, se produjo en el barrio Bab al Sur. El viernes otro coche bomba explotó en un concurrido mercado de la ciudad de Hilla, en el sur de Iraq, donde murieron, al menos, 12 personas y otras 47 sufrieron heridas. Los residentes de Balad culparon a atacantes extranjeros de los incidentes. El Ejército estadounidense cree que desde Siria se infiltran militantes que llevan a cabo ataques en Iraq. Por ello, ha iniciado una ofensiva contra insurgentes iraquíes en las proximidades de la frontera, al oeste de Iraq. El senador estadoundidense Russ Feingold, en apoyo a las manifestaciones de la semana pasada, exhortó al presidente George W. Bush a llevar de vuelta a casa a las tropas estadounidenses desplegadas en Iraq. Sin embargo, el jefe del Estado Mayor norteamericano se negó señalando que una retirada de EE.UU. de Iraq podría dar alas a los terroristas. Altos cargos del Pentágono que comparecieron en el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado reconocieron que la situación en el país no era buena y recordaron la posibilidad de un recorte de tropas la próxima primavera. Aunque esto dependería del buen progreso del referéndum. Mientras tanto, el embajador de EE.UU. en Iraq, Zalmay Jalilzad, se reunió con representantes chiíes para negociar posibles enmiendas en el borrador de la Constitución de Iraq que colmen las aspiraciones de la comunidad suní. También se reunió la semana pasada con el presidente del país, Jalal Talabani, y con representantes de la comunidad kurda para presentarles una propuesta similar. El presidente del comité chií de redacción de la Constitución, Houman Hammoui, sólo se encontró en desacuerdo con la posibilidad de modificar el texto en el caso de que dos tercios de la Asamblea lo aprobaran, sin necesidad de celebrarse un referéndum. Por su parte, el secretario general del Partido Islámico Iraquí, Tariq al Hasjimi, declaró que su partido, la principal formación suní de Iraq, luchará hasta el último minuto para que haya cambios en el proyecto de Constitución y añadió que sus objeciones se refieren a la identidad árabe iraquí.