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TENIS

Agassi se quedó sin premio

Por La Semana.esTiempo de lectura2 min
Deportes11-09-2005

Andre Agassi no pudo hacer como Pete Sampras: irse a lo grande con un último triunfo en el US Open debajo del brazo. Se lo impidió Roger Federer, que se impuso por 6-3, 2-6, 7-6 (7-1 en la muerte súbita) y 6-1 y se convierte en el primer jugador capaz de ganar, dos años consecutivos, Wimbledon y el torneo neoyorquino.

La veteranía y el cansancio acumulado no impidieron al estadounidense, séptimo cabeza de serie, plantar batalla a Federer. El suizo trató de imponer la potencia en sus golpes para aprovechar la inferioridad física del estadounidense –con sus recurrentes pinzamientos en el nervio ciático–, pero la solvencia de Agassi permitió al público vibrar celebrando puntos de gran espectáculo. La tercera manga decantó el partido: Federer consiguió salvar el desempate y aprovechar el bajón físico de su rival, que perdió concentración y efectividad en sus golpes: al suizo le bastó con llevar la pelota cerca de las líneas para resolver a su favor los intercambios con Agassi, que no pudo ganar un solo juego en la última manga contra un rival crecido y se tuvo que conformar con salvar dos bolas de partido antes de evitar irse de vacío en la última manga y ceder la derrota. Aun así, en su vigésimo US Open y a sus 35 años, Agassi se convirtió en el referente para el público estadounidense, por encima de sus tapados compatriotas James Blake y Robby Ginepri, que pusieron en aprietos al de Las Vegas para superar en cinco mangas las rondas de cuartos de final y semifinales, respectivamente. La mayor decepción fue Andy Roddick, cuarto cabeza de serie, que se vio sorprendido en la primera ronda por el luxemburgués Gilles Muller. En cambio, Federer superó sin despeinarse las primeras rondas hasta llegar a los cuartos de final, en los que exhibió su mejor nivel para doblegar al argentino David Nalbandián, uno de los pocos jugadores que tenían mejor balance de victorias y derrotas en sus enfrentamientos contra el suizo, y en semifinales al australiano Lleyton Hewitt, que consiguió arrancar al helvético su segunda manga –tan sólo había perdido otra contra el alemán Nicolas Kiefer– en los seis partidos previos a la final. Participación española Los mejores de la Armada fueron Tommy Robredo y Fernando Verdasco, pero a ambos –contra Blake y el finlandés Jarko Nieminen, respectivamente– se les encogió la mano cuando podían dar un salto de calidad en su carrera. No perdió el desparpajo Rafael Nadal, segundo cabeza de serie, pero no tuvo la agresividad de otras ocasiones y acabó sucumbiendo contra Blake en tercera ronda; también David Ferrer, destacado, terminó su camino al cruzarse con el eslovaco Dominik Hrbaty. Peor fue el concurso de Carles Moyà y Feliciano López, que sucumbieron en segunda ronda contra el italiano Davide Sanguinetti y el sueco Robin Soderling, respectivamente, mientras que Albert Montañés perdió contra el belga Olivier Rochus. Decepcionó, por último, Juan Carlos Ferrero, que no confirmó su recuperación al perder a la primera contra el francés Arnaud Clément; los galos Richard Gasquet y Sébastien Grosjean cerraron el paso a Beto Martín y Óscar Hernández, respectivamente, en tanto que, aún en la primera ronda, Ginepri derrotó a Guillermo García, Hewitt a Albert Costa y el argentino Guillermo Coria a Félix Mantilla.