LIBERTAD DE EXPRESIÓN
La policía de Nueva Orleans arremete contra los periodistas
Por Silvia Álvarez-Builla
2 min
Comunicación12-09-2005
El clima de inseguridad y la situación de crisis que vive Nueva Orleans ha provocado que varios periodistas sean agredidos por la policía. El cuerpo de seguridad arremetió contra algunos informadores al comprobar que les estaban grabando o fotografiando. Reporteros Sin Fronteras ha denunciado la actitud de la policía.
El huracán Katrina ha pasado con fuerza por Nueva Orleans. Sus lluvias y vientos han dejado una ciudad destruida. Los habitantes han tenido que abandonar sus hogares. Los daños materiales ocasionados son todavía incalculables. Y, además, día a día, los saqueos, la violencia y la escasez de comida y medicamentos aumentan. La situación es dramática y el ambiente es muy tenso. Los periodistas que cubren la catástrofe también están viviendo allí unos días muy duros. Las circunstancias son las mismas para todos los afectados. Los alimentos escasean y las condiciones higiénicas no son las adecuadas. Sin embargo, los informadores también tienen que enfrentarse a las agresiones de la policía. Reporteros Sin Fronteras ha denunciado la violencia ejercida contra los periodistas. Según la organización, lo ocurrido pone de manifiesto "el clima de inseguridad generalizado" en el que trabajan los informadores que cubren la zona devastada por el Katrina. Varios reporteros y fotógrafos fueron agredidos el pasado 1 de septiembre. Tim Harper y el fotógrafo Lucas Oleniuk, del diario canadiense Toronto Star, fueron víctimas de la violencia policial cuando cubrían un enfrentamiento entre las fuerzas del orden y unos saqueadores. Cuando los policías vieron que Lucas Oleniuk les fotografiaba mientras golpeaban a los ladrones, les amenazaron con un arma, les arrojaron violentamente al suelo y les quitaron sus dos máquinas de fotos, para retirar las tarjetas de memoria, en las que había cerca de 350 fotografías. También le arrebataron el carnet de prensa al periodista. Cuando el fotógrafo reclamó sus imágenes, los agentes le insultaron y amenazaron con pegarle. Tim Harper afirma en su articulo del diario Toronto Star que “no hay ninguna duda de que en Nueva Orleáns ven a los periodistas como obstáculos para sus esfuerzos por recuperar el control de la ciudad”. Por su parte, el periodista Gordon Rusell, del diario Times-Picayune, fue detenido por unos policías cuando cubría un cruce de disparos con los habitantes, cerca del Centro de Congresos. Los agentes de policía tiraron al suelo todo el material del periodista quien se vio obligado a marcharse de la ciudad ese mismo día.