FUTBOL SALA

España salió indemne del ¬grupo de la muerte¬

Por Maite Estremera2 min

Deportes20-02-2005

La primera fase deparó las sorpresas –relativas, con todo– del pase de Rusia en el grupo A y la eliminación de Portugal, rival de España –que pasó segunda– e Italia en el grupo B. Holanda, República Checa y Hungría fueron los otros eliminados del Europeo a las primeras de cambio.

El grupo A estuvo muy igualado. El pase a las semifinales estuvo reñido, pero Ucrania, en el último encuentro, y Rusia, que ganó sus dos primeros partidos, sobresalieron por encima de una débil Holanda y de la anfitriona del torneo, la República Checa. Los dos equipos eslavos –Ucrania primera, Rusia segunda– se hicieron con el pase a semifinales. En el otro lado, a pesar de la gran competitividad del grupo, las cosas se vieron más claras desde el principio. La bicampeona del mundo, España, y la defensora del título europeo, Italia, pusieron las cartas sobre la mesa y dejaron claro que los puestos para las semifinales eran suyos. El combinado transalpino se impuso con autoridad en los tres encuentros que disputó y dejó constancia de que iba a defender hasta el final su título de campeón. España, que llegó a la República Checa con la idea de ganar su tercer Europeo y sumarlo a su victoria en el Mundial de China-Taipei, al igual que sucedió tras el campeonato del mundo de Guatemala, en 2000, plantó cara en sus primeros encuentros y se impuso con autoridad, aunque no sin algunos problemas, a sus primeros rivales. El combinado de Javier Lozano tuvo un buen arranque y se impuso con autoridad a Hungría (2-4), gracias a dos goles de Javi Rodríguez. Portugal no era un convidado de piedra y puso en apuros a los de Javier Lozano, pero la selección pudo saldar el partido, finalmente, con una victoria que les dio el pase matemático a la siguiente fase. Con la clasificación en la mano, solo quedaba ver quién sería primero de grupo, pues en el partido contra Italia se decidiría todo. El encuentro resultó algo tranquilo y los italianos se impusieron con autoridad, aunque la victoria resultó ser engañosa: España guardó fuerzas para los partidos decisivos e Italia se ganó la animadversión del público al pedir su seleccionador, Alessandro Nuccorini, un tiempo muerto a falta de tres segundos cuando el partido ya estaba decidido.