Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

FÚTBOL SALA

Campeones del mundo y de Europa

Por Alejandro G. NietoTiempo de lectura3 min
Deportes20-02-2005

La Selección española de fútbol sala se proclamó campeona del Europeo disputado en Ostrava (República Checa), tan sólo dos meses después de lograr el campeonato del mundo en China-Taipei. Los de Javier Lozano se mostraron superiores a Rusia, aunque el marcador, 2-1 no lo reflejó.

Los de Javier Lozano llegaron a la final con algunas dudas sobre el arbitraje y con la incertidumbre sobre un rival, Rusia, renovado y rebosante de ilusión. Los españoles saltaron a la cancha dispuestos a intimidar desde el principio con un juego veloz y de gran movilidad. Mientras España atacaba con paciencia, los rusos se cerraban en defensa y, en cuanto tenían ocasión, se lanzaban con peligro a la contra. Sin embargo, España dominaba con facilidad y un preciso pase de Javi Rodríguez a Daniel Ibañes a punto estuvo de abrir el marcador: pero tras ganarle la espalda a su defensor, el hispano brasileño remató al larguero. El conjunto español gozaba de constantes ocasiones para adelantarse y no tardó en llegar el tanto de Andreu Linares, que remató de volea un saque de esquina del capitán, Julio García. El gol en contra espoleó a los rusos, que adelantaron la presión y empezaron a mostrar el juego ágil y atrevido que les llevó a dejar en la cuneta a Italia en semifinales. Los españoles pasaron algunos apuros, pero el descanso llegó a tiempo para refrescar la mente y recuperarse. Apenas comenzada la segunda mitad, Alberto Cogorro pareció abrir el camino de la goleada, al enviar a las mallas un balón rechazado por el larguero en un disparo lejano de Enrique Boned, Kike. Más aún cuando, al verse con dos goles en contra, los rusos dejaron espacios en defensa y los españoles aprovecharon para iniciar una exhibición ofensiva, que chocó con las intervenciones del guardameta Sergei Zouev y, sobre todo, con la falta de puntería en el remate. El acierto del que carecía España lo tuvieron los rusos en una de sus escasas jugadas de ataque: Konstantin Douchkevitch sorprendía con un disparo lejano a Luis Amado y lograba el gol que devolvía la emoción al encuentro. Con todo, España no se amilanó y siguió bombardeando la portería de su rival, si bien con poca fortuna. En los instantes finales Rusia empleó a un portero-jugador, pero todos sus esfuerzos no impidieron que España, al igual que sucedió en 2001, repitiera doblete tras ganar el Mundial. Semifinales España consiguió el pase a la final con menos dificultades de las previstas. El combinado de Javier Lozano se impuso a Ucrania en un partido cómodo y sin tensión. Desde el primer minuto y hasta el final, los españoles mantuvieron el control exclusivo del balón y lo movieron con rapidez, criterio y paciencia. Los hombres de Gennadiy Lisenchuk basaron sus escasas posibilidades de victoria en el cerrojo defensivo y la velocidad en el contraataque, pero pronto los españoles encontraron en la vivacidad de su juego la llave para abrir la defensa ucraniana. Los tantos de Andreu Linares, Fran Serrejón –dos goles cada uno- y Kike redondearon el 5-0 final. En la otra semifinal, Rusia sorprendió a la favorita, Italia, a la que se impuso por 4-2. Los rusos hallaron en la efectividad su gran arma, puesto que sólo dispararon seis veces entre los tres palos. A pesar de adelantarse dos veces en el marcador con goles del italo brasileño Sandro Zanetti, Seco, los italianos no supieron responder a los goles de Sergei Ivanov y Alekxandr Levin en los minutos finales. Al término el partido, el ayudante de Javier Lozano, Juan José Rodríguez, Cancho, se acercó al seleccionador italiano Alessandro Nuccorini –que se había comportado de manera irrespetuosa en el partido contra España de la primera fase– y le regaló una entrada para la final.