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El Gobierno sirio se enfrenta a una ¬Intifada¬ pacífica

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional20-02-2005

El Ejército sirio mantiene su presencia en el Libano desde junio de 1976. Un año antes comenzó la guerra civil en el país que justificó la intervención "pacificadora" de Siria. Cuarenta de los 128 diputados del Parlamento libanés llamaron al levantamiento de la sociedad civil en una intifada pacífica por la independencia". Ésos políticos y tres de cada cuatro libaneses quieren destituir al actual gobierno prosirio.

“Las fuerzas sirias ayudarán al gobierno legítimo libanés a extender su autoridad en un periódo máximo de dos años (...) ”. Esta frase se recogía en los acuerdos firmados en la ciudad saudí de Taef. Gracias a este conjnto de pactos se puso fin a la guerra civil libanesa que comenzó en 1975 y que justificó la presencia en el país de tropas sirias e israelíes. Las segundas se marcharon 22 años después de que la ONU lo exigiera en su resolución número 425. Pero el ejército sirio mantiene en territorio libanés un amplio contingente cuyo número de soldados ronda los 15 000. Esta presencia, continuada a pesar de que la resolución 1559 de la ONU exige la retirada de ésos soldados, explica la actitud prosiria del acutal premier libanés, Omar Karami, y del jefe de Estado, Emil Lahud. Según asegura en una de sus investigaciones de opinión pública la cadena de televisión Al-Yazeera, tres de cada cuatro libaneses son favorables al repliegue de las tropas sirias. Este estado de opinión se manifestó también en el Parlamenteo libanés a raíz del asesinato del ex-primer ministro Rafik Hariri. Aunque no fue en la misma proporción que en la encuesta de "la CNN árabe". El viernes pasado, 40 de los 128 diputados se conjuntaron a pesar de sus diferencias ideológicas y confesionales para convocar una "intifada pacífica por la independencia". Los objetivos de esta sedición son fundamentalmente el esclarecimieto de las circunstanacias de la muerte de Hariri a través de una investigación internacional y la protección "del pueblo libanés cautivo del terrorismo de Estado organizado". Uno de los líderes de ésa oposición, el druso y jefe del partido Socialista Progresista, Walid Jumblet, llegó a señalar al Gobierno de Karami como culpable de la actual situación del país. "Que se vaya ese grupo de criminales que perpetró el asesinato de Hariri, esa autoridad designada por los servicios sirios...", dijo. El llamamiento de los partidos de la oposición también invitó a los ciudadanos a manifestarse junto a la tumba de Hariri en el centro de Beirut. El mismo día de esa convocatoria, dimitió el minitstro de Turismo, Farid al Jazem. En el breve comunicado en el que hizo pública su decisión, al Jazem añadió que "el Gobierno es incapaz de hallar una solución a la peligrosa crisis que atraviesa el país".