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PRESUPUESTOS 2004

Austeridad para unas cuentas del Estado que apuestan por la seguridad ciudadana

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía28-09-2003

Lo de la búsqueda del déficit cero ya es un clásico en los presupuestos españoles desde que el ministro de Economía, Rodrigo Rato, llegó a su cartera y decidió ponerse a perseguir la convergencia europea. Para el 2004, liberado ya el Estado de las competencias en sanidad y educación, las cuentas se vuelcan en seguridad ciudadana y justicia.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha repetido, con unas pequeñas variaciones en los ingredientes, la fórmula mágica de las cuentas para el 2003: crecer más que el resto de Europa (un tres por ciento) y cuadrar el gasto público con un superávit de la Seguridad Social. Para Montoro, este equilibrio es “eje fundamental del crecimiento económico y la creación de empleo”. Según el ministro, con estas cuentas el número de empleos aumentará en casi 300.000, un 1,9 por ciento en términos porcentuales. De hecho, el Gobierno quiere impulsar la fabricación de nuevos puestos de trabajo a través de una supresión de impuestos. Aun así, y a pesar de la desaparición del de Sucesiones y la congelación de los especiales, el Estado pretende ingresar un 6,9 por ciento más en este concepto. Montoro opina que sin impuestos “se vive mejor”, y además quiere reforzar la partida de interior y seguridad ciudadana, a la que dedicará el 8,6 por ciento de los presupuestos. Para la de justicia desfilará el 7,5 por ciento, una cantidad con la que se podrá mejorar los juicios rápidos y construir nuevos juzgados. Otro gran pellizco se lo lleva el gasto social, un 6,8 por ciento. Un dinero que se destinará a las pensiones, y a aumentar por encima de la media las prestaciones mínimas y las de viudedad. En suma, el Gobierno pretende gastarse 117.260 millones de euros, un 2,4 por ciento más que en los presupuestos precedentes, los del 2003. Con esto, se generaría un déficit del 0,4 por ciento, que sería compensado con un esperado superávit en la misma proporción de la Seguridad Social.