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TERRORISMO

¬No estamos todos, faltan 202¬

Fotografía

Por Mar GarcíaTiempo de lectura3 min
Sociedad19-03-2004

Ya van 202 muertos y las estaciones donde estallaron las trece bombas- Atocha, Santa Eugenia y El Pozo- han quedado convertidas en santuarios en memoria de todos ellos. Allí, entre miles de cirios encendidos, se alzan los gritos de dolor de todo el que se acerca para tener un recuerdo con los fallecidos. “¿Por qué?”, es la pregunta sin respuesta que se sigue haciendo todo el mundo. Los homenajes no han cesado en todos aquellos lugares marcados por la tragedia. Durante la semana pasada se celebraron manifestaciones en varias localidades del Corredor de Henares, de donde proceden 66 de las personas fallecidas y muchos de los afectados en el atentado.

El martes 16 por la tarde le tocaba a Alcalá de Henares, ciudad sumida en el dolor, donde 45.000 personas lloraron por las calles a sus 26 fallecidos. Lo mismo ocurría en Torrejón de Ardoz el pasado jueves 18, localidad donde ya se cuentan 15 muertos por el atentado. Actos similares se han repetido durante toda la semana en otros municipios vecinos como San Fernando de Henares y, por supuesto, el Pozo del Tío Raimundo y Santa Eugenia donde, a escasos 500 metros de las vías de la estación ferroviaria, se encuentra el colegio Ciudad de Valencia, repleto de pancartas y peticiones de paz hechas por los más pequeños, que el pasado miércoles 17 rendía un emocionado homenaje a las víctimas, entre las cuales había varios padres de alumnos del centro. En las tres estaciones atentadas, cientos de velas rojas, ramos de flores y carteles de los familiares sirven de improvisado santuario de dolor para las familias o para alguno de los 1.600 heridos. La cera derretida se mezcla con peluches y consignas en contra de la guerra y del terrorismo; "Todo está dicho ahora queda mucho por hacer" es lo que puede leerse en uno de ellos. Los crespones negros y las manos pintadas de blanco se han convertido en los símbolos para una de las respuestas ciudadanas más numerosas que se recuerdan en España. La lluvia no impidió que la denuncia en contra de los actos terroristas se escuchara más alto que nunca desde la céntrica Plaza de Colón en Madrid, una ciudad que padece aún el golpe de la tragedia. “Contra el terrorismo, por la democracia y la Constitución” fue el lema oficial tras el que se situaron los líderes políticos de todos los partidos –J.L Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy, José María Aznar o Gaspar Llamazares- así como representantes de la Casa Real-el Príncipe Felipe y las Infantas Elena y Cristina- y el cardenal José María Rouco Varela, en representación de la Conferencia Episcopal. En las calles, los gritos de "No estamos todos, faltan 200", "Este tren no lo pararán" o "Cobardes" ponían de manifiesto la repulsa ciudadana y el dolor hacia los actos cometidos. Un millón y medio de personas pidió también la paz desde Barcelona. En el Paseo de Gracia, riadas de gente se unían a líderes políticos como Pasqual Maragall, Joan Clos (alcalde de Barcelona), Josep Lluís Carod-Rovira (secretario general de ERC) o Artur Mas (líder de CIU). La manifestación terminaba con la interpretación de Cant delsocells a cargo de Joan Savall en la Plaza de Catalunya. El vicepresidente y ministro de economía, Rodrigo Rato, y el presidente del PP catalán, Josep Piqué, fueron increpados por algunos manifestantes al finalizar el acto. Bilbao también expresó su repulsa en dos manifestaciones paralelas –una con el lema oficial, a la que acudieron entre otros Carlos Iturgaiz, del Partido Popular, y Patxi López, del Partido Socialista- y otra con una pancarta que mostraba un crespón negro a la que acudieron el lehendakari Ibarretxe, Begoña Erratzi(presidenta de EA) y el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa. En Santiago de Compostela, Logroño, Valencia, Cádiz, Las Palmas, Santander, Zaragoza, Ourense, Murcia… Las calles llenas y los corazones rotos a un mismo grito a favor de la paz y en contra de cualquier terrorismo. El próximo 25 de marzo, la Comunidad de Madrid rendirá un homenaje a las víctimas en la Puerta del Sol.

Fotografía de Mar García