ANÁLISIS DE LA SEMANA
Como la espuma del champán
Por Gema Diego1 min
Economía12-12-2003
Llegan las Navidades, las burbujas de Freixenet se asoman al televisor, y todo empieza a subir: los espíritus hacia el cielo, los precios del tostón y los langostinos hacia las nubes, los deseos de paz y felicidad que se hinchan como falsos globos que pinchará el alfiler de la cuesta de enero. En pocos días, comprar alimentos para cenar y comer en las fechas señaladas nos va a hacer un agujero tremendo en el bolsillo. La cara consumista de la Navidad es el mejor aliado de la inflación. Con tanto gasto, la economía se alegra. Dice el BCE que al año que viene le va a ir mejor a la zona euro y, además, el euro anda hecho una maravilla últimamente, lo que le está sentando muy bien a los índices de las bolsas. Fuera del IPC, el problema gordo sigue centrado en la burbuja inmobiliaria, que en España se empeñó especialmente en crecer. Muchos políticos dicen que tienen la fórmula mágica para abaratar el precio de la vivienda, y encima la construcción va a caer el año que viene. Habrá que conceder a estos datos el beneficio de la duda. Pero, por el momento, tenemos las mayores subidas en los pisos de toda la zona euro, así que, tal vez, la inversión más rentable va a ser pedirle a los Reyes Magos que nos traigan un pisito, o, al menos, la entrada de la hipoteca, que falta nos va a hacer.