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APUNTES DE BANQUILLO

El sitio del ‘Nano’

Fotografía

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes12-10-2003

Dónde estarán ahora aquellos titulares de comienzo de temporada, cuando Fernando Alonso se subió al podio de los primeros Grandes Premios. Ahora sí es el momento de sacar pecho y celebrar los éxitos que ha conseguido el asturiano, no ya sólo de resultados, sino especialmente de lograr que un buen puñado de seguidores tiñan de azul las gradas de muchos templos de la Fórmula 1. Una de las pancartas que llevaron lo resume a la perfección: “Gracias, Fernando, por hacernos felices”. Y que siga creciendo: no conviene olvidar que tiene aún por delante muchos kilómetros. El Nano tiene lo que hace falta para triunfar en el circo: muchísimo trabajo, una dosis elevada de talento y concentración, fortuna para aprovechar las oportunidades, ambición por ganar, y sobre todo, un respeto que no siempre se ha tenido por los rivales. En particular, por unos periodistas a veces demasiado llevados por la euforia. Ahí sigue Michael Schumacher, el virtuoso de las manos de seda, capaz de domar más de 900 caballos de potencia pura. El káiser vuelve a ser por méritos propios campeón, el mejor de la historia, a pesar del cambio de reglas que pretendía impedir –y lo ha conseguido– el dominio de Ferrari. Con la cabeza fría y los ánimos serenos, es momento para la autocrítica: Renault tiene un proyecto interesante, pero para ser campeón del mundo no basta –bien lo saben Flavio Briatore y Patrick Head– con arañar los puntos que dejan otros bólidos poco fiables en las primeras carreras. El equipo del rombo no está, como quería, a la altura de las tres escuderías intocables: McLaren, Williams y Ferrari. Pero sí que tiene los mimbres para conseguirlo: dos buenos pilotos, Alonso y Jarno Trulli, que han logrado un buen ambiente y algunos elementos punteros, como el chasis y la aerodinámica. Fernando aún tiene que esperar para ser campeón, como bien recuerdan sus mentores; pero nadie le quita su excelente temporada, no sólo por los resultados o porque equipos de postín se interesen en ficharlo. Nadie discute ya la valía a Alonso, como sucede con figuras de astronómico sueldo, como David Coulthard y Juan Pablo Montoya, que entran en las quinielas para cambiar de equipo en 2005. Pero sobre todo, disfrutemos de las carreras de ese asturiano de 22 años, mientras lo permitan en Europa la publicidad del tabaco, los recortes presupuestarios de la televisión pública –que sólo puso el 20 por ciento del dinero necesario, el resto lo tuvo que lo poner Renault, interesada en patrocinar las retransmisiones; para 2004 se dice que Telecinco puede comprar los derechos–… y de las veleidades de Bernie Ecclestone, que quiere mantener su multimillonaria cuenta a costa de irse a países sin tradición, pero con dólares. En fin, que a la próxima temporada no le va a faltar interés.

Fotografía de Roberto J. Madrigal