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SIN ESPINAS

La sonrisa desgastada

Fotografía

Por Javier de la RosaTiempo de lectura2 min
Opinión26-05-2003

Algunos sonríen pero la sonrisa deja más arruga. Esa que se queda de forzar la musculatura facial. Deja una arruga más marcada y poco bella. Ninguno de los políticos del Partido Popular que desfilaron por la sede de Génova la tarde noche del domingo la podía ocultar. Era una mueca de regusto amargo. “Tantos años trabajando bien para que desde noviembre acá un Prestige y una guerra nos hayan hecho sombra”. O conviertan a los enanos en gigantes y a los gigantes en enanos. Y Aznar pidiendo metros para ver como anda de medidas. No hubo vuelco electoral, esa hubiera sido la “sorpresa esperada”. Pero lo que venía a pasar factura la pasó. Poca gente en la calle Génova, sólo estaban los que antes de los primeros resultados ya habían quedado con sus colegas para ondear las banderas del PP. O sea, los chicos de Nuevas Generaciones. En esa noche fría de elecciones todos han ganado pero me da que Aznar está ya con el cuardenito azul buscando la estrategia de las generales a tan sólo ocho meses de la nueva vuelta al ruedo. Gallardón terminó su discurso con referencias nacionales mientras que Rato dio la “cara del partido” en todas las radios, que no en las televisiones. Rato serio, cara seria y a ratos pensando que se la han partido. Uno de sus ojitos derechos, Aguirre pierde su esperanza de gobernar o gobernar a gusto, que no al gusto que le hubiera gustado a Rato, su gran valedor. Ella era la consolada por el robo de la joya de la Corona. No un ladrón se la robó, que sí un desconocido. No daba la talla de Tatcher por mucho que se empeñará. No obstante, el problema de esta sonrisa desgastada no son estas elecciones sino las próximas generales. Hay un empate entre las principales fuerzas políticas de este país, y eso suena a mayoría simple, a pactos con nacionalistas. Y perdonen que me sonría por no llorar, pero no estamos para pactos.

Fotografía de Javier de la Rosa