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DESBORDAMIENTO

El deshielo provoca una crecida del Ebro que no se repetía desde hace 40 años

Por Gema Cubo CabreraTiempo de lectura1 min
Sociedad08-02-2003

Hacía más de cuartenta años desde que el Ebro no crecía de esta manera. La adversidad meteorológica de la pasada semana obligó a Protección Civil a activar sus servicios de emergencia en trece Comunidades Autónomas. La lluvia y el viento provocaron el martes de la semana pasada el desbordamiento de varios ríos de Castilla y León, Navarra, País Vasco, La Rioja y Aragón, tal como había anunciado la Confederación del Ebro.

Las peores situaciones se han vivido en la burgalesa localidad de Miranda del Ebro, Logroño, Pamplona y en Novillas, ésta en la provincia de Zaragoza. La Comunidad aragonesa se ha mantenido en alerta durante todo el fin de semana, centrándose el plan operativo en Pradilla, Alcalá de Ebro y Cabañas de Ebro, municipios donde se recomendó la evacuación de los vecinos. Varias carreteras tuvieron que ser cerradas como la N-113, Pamplona-Madrid, además de otras de la red secundaria. Para paliar las inundaciones, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ordenó el desembalse de varios pantanos con el fin de acoger la avenida del agua. El Ministerio de Defensa dispuso un regimiento de 104 soldados, varios equipos de navegación y buceo, una sección de zapadores, maquinaria y un equipo sanitario con ambulancias para atender a posibles víctimas de la riada. El Ebro alcanzó su cota máxima de crecida a su paso por Zaragoza durante la madrugada del viernes al sábado con unos 3.000 metros cúbicos por segundo y una altura de 5,77 metros. El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, el secretario de Estado de Aguas, Pascual Fernández, y el presidente de la Diputación de Zaragoza, Javier Lambán, visitaron las zonas afectadas y manifestaron que los peores daños se produciarían en las tierras de labor, completamente inundadas.

Fotografía de Gema Cubo Cabrera