ANÁLISIS DE ESPAÑA
¿Hacen otras elecciones?
Por Alejandro Requeijo
3 min
España03-07-2016
No tardaremos muchos días en constatar que la exigencia popular que reclamaba con urgencia tener un Gobierno cuanto antes era un simple postureo. Y eso que la premisa había sido elevada ya a verdad absoluta del pueblo, argumento en el que aparentemente fingían encontrarse españolitos de distintas ideologías. Un punto de encuentro, un lugar común de la nueva política que, de paso, servía para marcar distancias entre el inmaculado votante y esos cínicos políticos que no son capaces de alcanzar un acuerdo y darnos un Gobierno de una vez. Pero a la hora de la verdad, esa demanda de la calle resultará tener la misma profundidad que una aspirante a Miss Universo pidiendo por la paz mundial.
Basta con analizar la reacción que ha tenido una de las dos Españas contra la otra tras el 26J, que en principio despeja algo más la cosa con respecto al 20D. Básicamente que el votante del PP es un analfabeto con un punto de masoquismo pues disfruta dando su apoyo una y otra vez a unos dirigentes que le roban el dinero de los bolsillos. Hasta se ha viralizado una foto de Franco diciendo que, de haberlo sabido, él también se hubiese animado con unas elecciones. Auguro que, en caso de haberse registrado un resultado inverso, los insultos no habrían sido muy diferentes, sólo que en los memes aparecería Maduro y no Franco. Nada nuevo.
No hay nada más español que renegar de España cuando las urnas no dictan lo que uno quiere igual que no hay nada más español que acordarse del árbitro sólo cuando te pita en contra. Sin embargo, la del 26J es la misma España que votó masivamente a Aznar en 1998, luego lo hizo con Zapatero diez años después y hace cinco con Rajoy. Todo eso es España, un concepto que no cabe en twitter, ni en las encuestas, ni en un plató de televisión. España es mucho más.
España decía querer un Gobierno con urgencia mientras el CIS le quitaba la careta al nivel de preocupación y lo fijaba en un pírrico 2,3 por ciento. Menos de tres de cada cien españoles preguntados veían la ausencia de Ejecutivo como su primera preocupación (barómetro de mayo). Algo más de cinco de cada cien lo consideraban entre los tres principales problemas que tiene España. Quien desconfíe de las encuestas, que sondee a su entorno. Desde el 26J cuesta encontrar un votante del PSOE o de Podemos que prefieran que mañana haya un gobierno del PP a volver a tirar el dado de las urnas, aunque eso suponga seguir sin Gobierno otros seis meses más. Y que digan lo que quieran los mercados o los señores de Bruselas.
La misma sensación tendría un votante de derechas ante la perspectiva de un Gobierno con participación podemita. Por eso, a medida que se atasquen las negociaciones para la formación de Gobierno no será de extrañar que empiecen las quinielas de verdad sobre a quién beneficiarían unas terceras elecciones. Habrá hasta quien encargue encuestas -si no lo ha hecho ya- como el yonki que jura no volver a caer. Y no está claro. Seguramente, el millón de votantes de IU-Podemos que se quedó en casa jamás hubiese imaginado que Rajoy pudiese sacar 137 escaños. De haberlo imaginado, seguramente hubiesen ido a votar y el resultado hubiese sido otro.
Como seguramente tampoco el votante de derechas hubiese imaginado el desenlace del 26J y, de haberlo imaginado, el resultado también habría sido otro. En medio de este debate habrá quien vuelva a decir que lo prioritario es que haya un Gobierno cuanto antes. Y casi todos le darán la razón, pero con la papeleta bien agarrada por si acaso hay una nueva oportunidad de cobrarse otra revancha. Y así en bucle hasta el infinito. Eso, ya lo pintó Goya y lo dejó escrito Machado, también es España.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio