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ANÁLISIS DE LA SEMANA

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Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad09-06-2002

Cualquier pizca puede cambiar el rumbo de una vida. Una colilla puede quemar un bosque de árboles milenarios. El fruto de una semilla puede alimentar a un muerto de hambre. Un litro de sangre puede quizás hacer latir de nuevo un corazón dormido. Un detalle puede decidir una sentencia a favor o en contra. Una pequeña gran mujer puede sustentar a toda una familia… Si cada vez crecen menos árboles habrá menos aire limpio. Sin ayudas a los agricultores no habrá campos con siembra. Si no hay trigo el pan tendrá que ser de plástico. Si se sigue contaminando la Tierra se hará vieja. Está enferma. Avanza el deshielo. Aumenta el agujero en la capa de ozono. Crece el desierto. No llueve. Los hombres no tenemos otro lugar donde vivir, morir o donde salvarnos. Si cada vez mueren menos españoles en accidentes de tráfico habrá menos donantes de órganos. Una buena noticia y una mala, curiosa paradoja. Unas 5.000 personas necesitan mucha solidaridad y un órgano para seguir viviendo. Muchas personas mueren diariamente. Muchas personas pierden todos los días lo que más quieren ¿Por qué no dejar un poquito de vida para otro? La del destinatario y la vida de quienes están junto a él cambiará, seguramente. Si hubiese siempre juicios justos para declarar culpables a los culpables e inocentes a los inocentes se evitaría mucho sufrimiento. Nadie está libre de pecado pero nadie tiene derecho a ser condenado a morir porque otra persona lo decida así, por falta de pruebas, porque no hubo detalles suficientes. La muerte y la violencia se engendran a sí mismas. Igual pasa con la Justicia. Si se reconociese el papel que desempeñan muchas mujeres en su familia, no se acabaría nunca de decirles gracias. Su trabajo queda en la sombra, silenciado. Son enfermeras sin haberse licenciado, cocineras sin haber practicado en la hostelería, cuidadoras, costureras, señoras de la limpieza y compañía de quienes más lo necesitan en la familia. Pocas veces se da valor a los muchos detalles que tienen.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo