CRÓNICAS DEL ESPACIO INTERIOR
La vidriera
Por Álvaro Abellán
1 min
Opinión15-04-2002
La Semana.es aparece para el lector ocasional como una vidriera de catedral vista desde fuera: cristales de diversos tamaños, formas y colores se asocian hasta fundar un todo, una unidad de sentido con su sólida base, sus ramificaciones y sus puntas de lanza. La Semana.es vista desde fuera es un periódico más de la red, aparentemente bien construido, que lucha por un hueco relevante en un mercado infinito y cuya experiencia de cinco años es privilegio de unos pocos. La Semana.es aparece al lector habitual como una vidriera de catedral vista desde dentro: cada cristal vinculado con otro busca, creativo y formador, narrar la realidad de nuestro entorno, como una vidriera transmitía en la Edad Media la cultura de su tiempo. Los vidrios filtran la luz que ilumina el sentido de nuestro mundo. Aparecen las preguntas fundamentales y las vías para llegar a buenas respuestas, a respuestas dadas por jóvenes independientes que no se casan con nada, sea por nobleza juvenil o por ausencia de responsabilidades que aten sus conciencias. La Semana.es aparece a sus padres como el reflejo de vidrieras de una catedral visto desde dentro: cada cristal nace sólo para mostrar la luz interior y escondida de alguien que habita la estancia; no nace para brillar, sino para ayudar a los que entran en la catedral a descubrir su propio brillo interior. Algunos de estos cristales, para el lector habitual y para el ocasional, que no ven la dimensión reflejada, carecen de excesivo sentido, no entienden el sacrificio por mantenerlos al precio que sea. No importa. Para ellos sí tiene sentido el conjunto que para ellos se funda. Los padres de La Semana.es sí esperan que hijos y hermanos atiendan a ese reflejo. Pues para hijos y hermanos, cualquier sacrificio es muy poco.
