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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

Una simple aspirina

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad12-02-2012

"Que tengamos salud". Es el deseo que anhelamos cuando vemos fisuras en muchas de las otras columnas que sostienen la estructura de nuesta vida. El dolor de una simple muela puede enturbiar el día más feliz. Pero no valoramos la importancia de la salud hasta que la enfermedad se recrea con nuestro cuerpo. Entonces pedimos cita y vamos al médico a que nos mande un tratamiento. Qué no haríamos algunas veces si no pudiésemos tomar algo aparentemente tan básico como una aspirina. Sin embargo, la salud no es un derecho para todos los seres humanos en pleno siglo XXI. Millones de personas están condenadas a una muerte prematura por falta de las atenciones elementales y la pobreza hace que la desnutrición y las carencias de higiene les arrastren a una situación aún más vulnerable cuando se contagian de sida o se infectan de tuberculosis. Hace unos años, cuando las vacas gordas volaban en el horizonte del capitalismo, las Naciones Unidas firmaron uno de los múltiples propósitos de los que a lo largo de su historia luego han quedado en papel mojado: los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Se trata de unos acuerdos de mínimos que el mundo es capaz de alcanzar sin despeinarse. Pero la apatía de los gobiernos por acabar con las desigualdades sí que es un virus áspero de combatir. Quizás el peor de los males es el endurecimiento de los corazones... Uno de esos objetivos se centra, precisamente, en la salud de millones de personas que viven en el Tercer Mundo. Y por ellas continúa todavía trabajando la ONG católica Manos Unidas, inmersa estos días en su campaña anual de recaudación de fondos. Apoyar el trabajo de sus voluntarios es crucial para el futuro de muchos proyectos repartidos en los lugares más desfavorecidos del mundo. En 2010 esta organización recaudó casi 53 millones de euros, de los que menos del 20 por ciento tuvieron su origen en fondos públicos, algo a toda luz compatible con la visión egoísta de la sociedad y, también, aplicable como antídoto para quienes sufren de urticaria con todo lo que huele a católico. ¿Acaso las personas no son lo primero? Este año, Manos Unidas quiere tocar la conciencia de la sociedad española apelando, precisamente, a ese sexto objetivo que se propuso la ONU. Y lo hace con una campaña que lleva por lema "La salud, derecho de todos: ¡Actúa!". Los enfermos de sida, tuberculosis, malaria, chagas y dengue tienen también derecho a la salud. Pues, por desgracia, aún hay personas que quizás podrían vivir si tuviesen acceso al agua potable, un plato diario de comida y una simple aspirina.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo