Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE ESPAÑA

La crisis no se cura con militancia

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España14-06-2010

Hay veces que las pintadas callejeras son mucho más que eso. Verdaderos decálogos, escupitajos anónimos de razón sobre el ladrillo. Hay una en Chueca -o al menos la había- que arengaba al personal con un "Apriétate fuerte el moño morena y que se joda el viento". Mi amigo Pedro comenta que en su barrio de la Prosperidad de Madrid hay otra que clama al grito de "¿Violencia?, violencia es cobrar 600 euros". Amén hermano. Me gusta otra que vi hace unos días que lamentaba en tinta negra, de luto: "El futuro ya no es lo que era". Como éstas, habrá cientos de discursos callejeros que expresen la vida, incluido esto de la crisis. Así, a su manera, lo hacen mucho mejor que cualquier político, mejor que cualquier periódico. Éstas pintadas son lo que son porque te asaltan por la calle cuando menos te lo esperas, ocupando lo público con sus mensaje claros, cortos, precisos y sobre todo, identificables. Por eso, cuando los dirigentes no llegan con sus discursos o éstos ya no cuelan ("la crisis que sufre España es la consecuencia de un hundimiento financiero internacional") echan mano del grafiti político. Tambien buscando sorprender con lo que nadie se espera. Rompiendo con la rutina a través de un mensaje claro y directo. La última del PSOE ha sido recurrir al carisma y la fe que sigue generando entre los suyos el ex presidente Felipe González. Ahora que las encuestas auguran negro sobre blanco que la cosa se ha puesto fea de verdad, la pintada de Felipe fue algo así como un aqui no se rinde nadie, carajo. Dijo que "gobernar es tomar decisiones duras", pero días antes también había dicho que "rectificar es de sabios" para luego añadir que "hacerlo todos los días es de torpes". Sin embargo, por encima de todo, el ex presidente llamó a un cierre de filas recetando que "en los momentos difíciles, militancia pura y dura". Ya ves, como si eso sirviera de algo a los miles de parados. Felipe dejó un 23 por ciento de desempleo, por cierto. Puede que su militancia sirviera para evitar tensiones internas, pero ¿en qué servirá la militancia pura y dura a los que hoy sufren una crisis que no se ha sabido combatir?. Como la cosa parece que va de estrategias, sin duda acertaría el partido que apelase a un mensaje de esperanza y confianza en los españoles. Un líder es aquel que saca el mejor partido de quien le rodea y a un presidente le rodean 40 millones de españoles. Aprovechar la capacidad de un país que en tantas ocasiones ha demostrado estar por encima de las expectativas, debería ser la única aspiración, no sacar un voto más que el rival. La sociedad española y sus trabajadores no se parecen en nada a sus políticos. Mucho menos a sus sindicatos. Los españoles tienen referentes mucho más reales en los que inspirarse. Ahí están sus deportistas, por ejemplo. Jóvenes, sin complejos, valientes, honrados, humildes y respetados a nível internacional. El deporte no es una excepción, en todos los niveles hay españoles con ganas de trabajar y de hacer bien las cosas. Vencerá el político que sepa entender que los votos están en lograr la confianza de tanto español válido y emprendedor y saber darle esperanzas de que su talento será aprovechado. Y allá aquellos que no lo quieran ver. Se empacharán con su militancia pura y dura que es de corto recorrido.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio