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ELECCIONES VASCAS

Del ¬bienio negro¬ a la nueva Euskal Herría

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
España13-05-2001

Las últimas elecciones autonómicas vascas, las del 25 de octubre de 1998, le dieron la mayoría al PNV. Pero no era una mayoría suficiente ni para nombrar un lehendakari ni para gobernar con comodidad: tenía 21 escaños de los 75 que componen el Parlamento vasco. Eusko Alkartasuna le apoyó con sus seis escaños. Seguía sin ser suficiente para alcanzar la mayoría absoluta. Tampoco ahora podrán gobernar sin pactar. Pero los ciudadanos vascos han decidido que ahora debe comenzar la historia de Euskal Herria

Tras varias negociaciones y con la tregua de ETA y el Pacto de Lizarra recién salidos del horno, el PNV consiguió arrancarle a EH el apoyo al nombramiento de Ibarretxe como lehendakari y, más tarde, un Pacto de legislatura. Éste fue cuidadosamente redactado porque era necesario justificar ante los ciudadanos que se aceptaba el apoyo de la formación política más sospechosa del País Vasco: EH, el brazo político de ETA. Ambas formaciones se comprometían a conseguir la paz por las "vías exclusivamente políticas". Durante meses, EH permitió que el Gobierno de Ibarretxe sacara adelante sus propuestas en el parlamento vasco. El Gobierno del PNV y EA con EH era puesto en cuestión, y la duda de su viabilidad se hizo manifiesta cuando ETA rompió la tregua el 3 de diciembre de 1999. Comenzaba a hacer aguas la que Ibarretxe había llamado "legislatura de la paz", pero el lehendakari no quería romper el acuerdo de Gobierno con EH. Con el fin de la tregua vino el asesinato de Pedro Antonio Blanco, el 21 de enero del 2000. El 22 de febrero, el asesinato del socialista Fernando Buesa y de su escolta Jorge Díez. Y fue entonces cuando el lehendakari anunció la ruptura del Pacto de Gobierno con EH. Esta formación seguiría apoyando al Gobierno de Ibarretxe hasta el 9 de abril, cuando su portavoz, Arnaldo Otegi, anunció que sólo acudirían al Parlamento para debatir temas que afectaran a la soberanía del País Vasco. Finalmente, EH escenificaría el fin del apoyo al lehendakari el 9 de septiembre del 2000 abandonando el Parlamento vasco. Desde entonces, el Ejecutivo de Ibarretxe estuvo en minoría; fue sometido el pasado 5 de octubre a dos mociones de censura -del PP y del PSE- que sólo ganó técnicamente, pero que pusieron en evidencia la debilidad de su Gobierno. Perdieron más de 50 votaciones en la Cámara vasca. Desde el fin de la tregua, son más de 30 las víctimas del terrorismo de ETA que su ex socios de Gobierno -EH- siguen sin condenar. Una de ellas, la semana pasada: Manuel Jiménez Abad. Fue la respuesta de ETA a la decisión de que el pueblo vasco, en las urnas, decida si quiere poner fin a una etapa del su historia que Nicolás Redondo, candidato del PSE a lehendakari ha llamado "bienio negro" de la democracia en el País Vasco. Y el pueblo vasco, en las urnas, ha dado el pistoletazo de salida a una etapa nueva y sin precedentes de su historia. Empieza, ahora, Euskal Herria.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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