Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE ESPAÑA

Campañas gratuitas

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España24-05-2009

¿Tiene usted vocación de eurodiputado, pero no dispone del presupuesto suficiente para desplegar una campaña en condiciones? Descuide, el Estado de Derecho es su solución. Basta con que siga las siguientes instrucciones. Reúna un grupo de amigos para elaborar una candidatura. Sirven aquellos de los tiempos pasados con los que se reunía para tomar cervezas y arreglar el mundo. Mucho mejor si cuentan con algún antecedente extraño como una participación en aquel congreso, alguna afiliación sospechosa o si escribieron algo polémico en el pasado. Y si le falta gente para completar la lista, vale con que recurra a algún viejo conocido, familiar o compañero de trabajo dispuesto a hacerle el favor. El segundo paso consiste en buscar un nombre al partido y convocar la primera rueda de prensa (es aquí donde realmente se la juega). Que exponga un programa coherente o no es lo de menos. Sobre todo no se olvide de emplear expresiones como “conflicto”, “Estado español”, “presos políticos” y, por encima de todo, procure divagar a la hora de condenar la violencia. Utilice recursos como “eso no viene a cuento”, “no solucionaría nada”, o como mucho -ésta es la más perversa- “estamos en contra de cualquier tipo de violencia”. A partir de ahí puede estar tranquilo, el resto de la campaña corre a cuenta del Estado. Los medios de comunicación alertarán del nacimiento de una nueva candidatura a eliminar. Con ello sacarán a su partido del anonimato en el que nació y en el que hubiese muerto en condiciones normales. Pero el éxito de su aventura no será total hasta que la Fiscalía y la Abogacía del Estado se decidan a actuar. Frótese las manos. Para entonces el partido ya estará en el centro de todas las miradas. De todas las portadas Quien antes no supiera de su existencia, ahora ya lo sabe. Quien antes no tuviese claro a quién votar, quizá ahora ya lo tenga. ¡Y todo esto sólo con una rueda de prensa! La democracia es maravillosa. Luego sólo limítese a poner cara de perseguido, hacerse el sorprendido y esperar. A partir de ahí entra en juego la suerte. Suerte para que los servicios jurídicos del Estado se comporten como siempre. Es decir, movidos por intereses más políticos que jurídicos en los que las pruebas siempre son lo de menos. Tanto si se tienen como si no. Suerte para que al Tribunal Constitucional le dé por ponerse estupendo y le abra el camino de las urnas. Y por último, suerte para que el gurú de algún colectivo le haga suyo y le reivindique para su causa. He aquí el Estado de Derecho o el arte de convertir tres votos en 300.000 casi sin moverse del sofá.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio