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PUNTOS DE DEBATE

Zapatazos de despedida

Fotografía

Por Elías SaidTiempo de lectura3 min
Opinión21-12-2008

Sin duda muchos se pudieron reír y sorprender ante los zapatazos recibido por Bush a su paso por Iraq la semana pasada por parte de un periodista iraquí como obsequio de Navidad a uno de los peores presidentes de la historia contemporánea de los Estados Unidos. El acto realizado por este periodista dista mucho de lo políticamente correcto en cualquier acto público, pero nos ofrece a muchos la imagen de lo que pudo motivar a este profesional de los medios para dejar de lado su rol y asumir su condición de simple mortal para expresarle a un político su mala gestión. Sobre todo, cuando sus actos han significado el uso premeditado de mentiras para justificar acciones que han traído consigo la muerte de ciudadanos iraquíes y soldados estadounidenses y de la coalición internacional, así como un estado de sitio en este país, con el solo argumento de una falsa defensa de las libertades, cuando lo que estaba en juego era, entre otras cosas, el fortalecimiento de la fuerza de la geopolítica y los intereses norteamericanos. Después de todos estos años en Iraq, “protegiendo a los nacionales de este país”, el acto debió causarle a Bush una sensación de vacío en su legado como presidente, aunque fuese en lo concerniente a este país. Que te vayas por la puerta de atrás de tu casa por haber sido un incompetente es más que lógico, pero que lo tengas que hacer en un país constantemente invocado por éste para envainar la espada de la justicia y del deber “estadounidense” por la lucha contra el terrorismo, debe ser demoledor. Sobre todo porque tras todo este tiempo, Iraq no es el paraíso que aspiraba crear Bush; la imagen de los estadounidenses es peor a la que tenían antes; y se terminarán yendo de Irak sin la seguridad de tener por muchos años “un aliado incondicional” a sus intereses. En fin, el zapatazo no le hubiese quedado mejor como broche de oro a este presidente y a la política (si se puede llamar tal cosa) de los ocho años en el poder. La verdad es que debe estar devastado el pobre. Sin tener a nadie que lo consuele políticamente, por el mal fario que genera salir en una foto con él y además ante una encrucijada que significa dejar un país y el sistema económico inmerso en una de las peores crisis vividas en la “tierra de las oportunidades”, escándalos económicos que salen hasta de debajo de las piedras, una moneda más parecida a un cuadro de Goya, recuerdo de tiempos pasados mejores, y un país cuya imagen internacional es penosa. Si es que Bush es grande, para caer y sentar cátedra de lo que no se debe hacer como presidente. Se le pueden reprochar muchas cosas a este periodista iraquí, pero también seamos sinceros, les aseguro que alguno de ustedes ha tenido ganas de llevar a cabo este acto a alguno de los políticos que copan la actualidad y nos hacen la vida más difícil. Tampoco es para ir a zapatazos a los políticos, primero por respeto y segundo porque nos quedaríamos todos descalzos, pero les reconozco que cuando me enteré de ello y vi las imágenes, muy en mi interior, sentí lo mismo que la célebre frase de su majestad el Rey Don Juan Carlos al presidente venezolano, Hugo Chávez: "¡¡¡Porqué no te callas!!!". Sin hacer comparaciones y mucho menos menoscabar el estatus de Su Majestad, lo que este periodista hizo, por mal que fuese, solo corroboró una cosa: todos somos humanos antes que profesionales y, por más conocedores que seamos de nuestros actos, a veces perdemos los papeles por el simple hecho de amoldar nuestros deseos a la razón. Felices fiestas y brindemos por los zapatazos imaginarios que muchos habremos dado a nuestros encantadores políticos durante 2008.

Fotografía de Elías Said