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¿TÚ TAMBIÉN?

¡Estamos vivos!

Fotografía

Por Álvaro AbellánTiempo de lectura2 min
Opinión23-11-2008

García-Máiquez cuenta en su artículo “Lo dicho de estar vivos” su angustia a la hora de prepararse el curso de Introducción a la Literatura que empieza a impartir estos días. Para responder con autenticidad a esa pregunta, dice, debe citar a otro. Le entiendo perfectamente: nosotros descubrimos siempre lo mejor de nosotros mismos al reconocerlo en el otro. Nuestra vocación y nuestro saber se forman, en buena medida, al reconocer lo que nos pertenece, lo que también está en nuestro corazón, que nos enseñan otros. Por eso escribo cada semana un ¿tú también?, en el que me sorprendo al descubrir que lo más profundo que vivo y siento, lo han vivido y sentido otros primero, y me ayudan a darle forma y a compartirlo con usted, querido lector. Así que cito a Mario Quintana, que es a quien cita García-Máiquez, para usted sepa qué pensamos los tres (y qué pensaba usted, quizá sin todavía saberlo) qué es la literatura: “Hay muertos que no saben que están muertos..., hete aquí un viejo tema de esos relatos fantásticos o de fantasmas que la gente lee sin cansarse nunca. ¡Como si no hubiese cosas mucho más impresionantes en nuestro propio mundo! Una historia, por ejemplo, que comenzase así: ‘Hay vivos que no saben que están vivos’”. Eso explica en buena medida porqué la gran literatura -y el gran cine- provoca en nosotros una catarsis, o una conmoción, que nos golpea profundamente y que nos revela lo milagroso, lo misterioso, lo que de aventura tiene el mero hecho de sabernos vivos. Diría Chesterton que no hay mayor aventura que la vida. Yo insisto muchas veces: Indiana Jones es la mejor analogía de nuestra propia vida. Somos arrojados a una tarea que nos resulta imprevista -nadie nos pide permiso para traernos al mundo-; pero, si aceptamos el reto y el riesgo de afrontar nuestro destino, por el camino nos aguardarán dificultades, incluso enemigos gracias a los cuales llegamos a ser los que somos; pero también grandes tesoros, no enterrados bajo tierra, pero sí bajo el traje y la piel de muchos compañeros que encontramos en el camino. ¿Tú también? Diremos muchas veces, al encontrar que otros comparten con nosotros sueños, esperanzas y proyectos valiosos… y empezar a reconocerlos como amigos. Revivir la sorpresa, el milagro, de re-descubrir cada día que estamos vivos. Un gran tema para la literatura… y para compartir con quienes nos rodean, haciendo posible, así, ese lugar donde la vida se ensancha.

Fotografía de Álvaro Abellán

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Doctor en Humanidades y CC. Sociales

Profesor en la UFV

DialogicalCreativity

Plumilla, fotero, coach