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SIN CONCESIONES

Gracias a la vida

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura2 min
Opinión17-12-2001

Un año emocionante. Éste es, quizá, el mejor resumen que puede hacerse del 2001. La conclusión siempre es la misma: un buen año. Para los negativos, podría haber sido mejor. Y, para los optimistas, podría haber ido peor. Lo importante, de uno u otro modo, es dar gracias por haberlo empezado en su día e ir a terminarlo dentro de nada. El 2001 ha sido un año feliz para quienes han sabido disfrutar con las cosas pequeñas y todo aquello que tienen. Quienes siempre anhelan más no habrán llegado a conseguirlo. El inconformismo es el principio de todos los complejos y de todas las penalidades. Pero... ¡ojo! la sumisión es el paso previo al inmovilismo y la indiferencia. El 2001 ha tenido un protagonista claro: Osama bin Laden. Y debemos alegrarnos. Incluso dar gracias. El 2001 es, sin duda, el año de la lucha contra el terrorismo. En España, sabemos que la muerte de cinco mil personas en las Torres Gemelas no fue en vano. Desde entonces, Francia ha cambiado su estrategia frente a ETA y ha detenido ya a más de una docena de terroristas. La Unión Europea ha aprobado una Orden de búsqueda y captura común a los Quince. Y las cuentas bancarias de los delincuentes van a quedar inutilizadas. Argentina, Israel, Indonesia, Nepal y Colombia también han tenido mala suerte en el 2001. Pero sobreviven, dan gracias y confían en que todo vaya a mejor en el 2002. Tal y como están las cosas, el mero hecho de poder comprobarlo es motivo de alegría. Por eso dan gracias. No se trata de un mero formalismo aprehendido. Es un sentimiento, como el amor. Sincero, eterno y fruto o causa de la felicidad. Ser agradecido es un estilo de vida, una manera de afrontar la existencia, de recordar los orígenes y de enfocar el destino. Dar gracias a Dios y a los demás es como quien concede un beso de amor. Cuando nace del corazón, deja huella. Incluso, el más desgraciado de los desgraciados quizá sea feliz al final de este 2001. Las mujeres han quemado el burka en Afganistán y los niños aprenden y juegan en la escuela. El horror de la guerra ha dado paso a un esbozo de libertad tras la marcha de los talibán. Por eso, y por mucho más, hay que dar gracias. Cada noche, cada mañana. Éste también es buen momento. Al fin y al cabo, una vez al año...

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito