ANÁLISIS DE LA SEMANA
Compañeros de viaje
Por Almudena Hernández2 min
Sociedad25-11-2001
Compañeros de viaje, compañeros que lo fueron, hombres que acompañaron a otras tantas compañeras de vida o que las acompañaron hasta alejarlas de su hogar o dejarlas sin vida, compañeros en general, hombres todos: Piensen que más valen las palabras para poner de pie el futuro una vez que éste se ha caído por un precipicio, que su definición como hombres se debe a la existencia de otras personas, como ustedes existen, las mujeres. Ustedes, tantísimas veces queridos compañeros de viaje, quizás se preguntarán también como nosotras qué es lo que les ha empujado a algunos hombres a soltar la primera bofetada. A quien escribe todavía, y lleva largo rato pensando, no le cabe en la cabeza tanto dolor después del primer golpe y eso que también ha pensado esta humilde periodista que no todos los casos son iguales. Quien escribe no quiere entender que no sea el amor el por qué de que algunas todavía se callen. Que sea el miedo. Tampoco quiere ni sabe cómo entender porqué los menores también sufren maltrato y explotación en su propio hogar. Quien escribe, como otros tantos, piensa que la vida es demasiado bonita y que suena dulzón ese disco que se escucha en la habitación. Pero la vida no es para todos así. Además de gente maltratada bajo su techo, hay gente que no tiene donde vivir, o que cada vez se consume más cocaína en España o que el cáncer acaba con muchas vidas por culpa del tabaco, con el máximo respeto a los fumadores, pero entiéndanlo. De todo eso, compañeros de viaje, no son ustedes los culpables, o no sólo los únicos. También nosotras. Quizás ninguno. Una invierte la tarde del domingo en escribir artículos mientras suena en el fondo de la habitación una buena música que desgraciadamente no arregla el mundo. A quien escribe también le asusta que el hombre (en general) utilice la ciencia para ser Dios y crea embriones. Crea vida, diría quien les escribe, y que es lo mejor que uno tiene, aunque no sea igual de justa para todos. Vida, que luego adquiera forma de mujer o de hombre, queridos compañeros de viaje.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo