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INMIGRACIÓN

Travesía hacia la esperanza: del desierto a las islas

Fotografía

Por Aitor Rodríguez SagarduyTiempo de lectura2 min
Sociedad20-05-2006

Sólo en una semana, más de 1.300 inmigrantes indocumentados han pasado por juzgados tinerfeños, donde se les ha tramitado los expedientes, según información del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Según el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en breve se pondrá en marcha el anunciado "despliegue diplomático" para controlar el flujo de inmigrantes.

La misión estará dirigida por el embajador en misión especial Miguel Ángel Fernández de Mazarambroz desde Senegal. El despliegue diplomático continuará por países del oeste africano como Gambia, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Guinea Conakry y Níger. Asimismo, Moratinos apuntó que a ellos se unirá el nuevo embajador para Malí confirmando que la estancia de estos, se prolongará por unos tres o seis meses. Esta actuación del Gobierno, es una de las medidas que exigía el presidente del Gobierno Canario, Adán Martín, quien ha trasladado al Ejecutivo la necesidad de cambiar su política subsahariana: "Sólo tenemos Embajadas en Mauritania y Senegal, pero no en Cabo Verde, Níger, Malí ni Guinea", declaró Martín. Con esta actuación en el campo diplomático el Gobierno de Zapatero, pretende combatir la oleada de inmigrantes, abriendo distintos consulados en los países de origen de la mayoría de ellos, y poner así freno a tan alarmante situación, ejerciendo una mayor presión sobre los gobiernos nativos, que muchas veces hacen "la vista gorda" con las mafias existentes. Por otro lado, la población canaria ha manifestado su malestar con esta situación y ha pedido explicaciones al Gobierno central, acusándolo de culpable con su plan de regulación del inmigrante. Los canarios se están acostumbrando a ser testigos de estos desembarcos desesperados, de carreras dramáticas por la arena de las playas, y de comprobar de primera mano la desesperación de estas personas por optar a las oportunidades que tienen los ciudadanos españoles. Los cayucos, embarcación típica de Mauritania se ha convertido en el transporte único hacia el futuro, hacia la posibilidad e encontrar no una vida mejor, sino una vida. Son embarcaciones de menos de 20 metros de eslora y con muy poca estabilidad, la cual es aún menor si añaden un peso muy superior al aconsejable y unas condiciones marítimas, muchas veces, peligrosas. Estos condicionantes combinados hacen que la travesía de estos subsaharianos sea un viaje a vida o muerte.

Fotografía de Aitor Rodríguez Sagarduy