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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Debajo del envoltorio

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad21-10-2001

Es grato ver iluminarse la cara de un niño mientras rompe el papel de su regalo de Reyes, los de Oriente. Dentro de un sobre se esconden a veces los "te quiero" que alguien escribió desde lejos a medio corazón, pues la otra mitad la guardaba para sí el destinatario de la misiva. Pero no, no siempre es así. En los buzones también aguardan algunas veces paquetes bomba, sobres con esporas de ántrax (carbunco, en castellano) y recibos impagados. Debajo del envoltorio puede haber hasta mermelada y mantequilla que no sirven para llenar los estómagos de alimento ni el alma de esperanza. Se acerca el general invierno a Afganistán mientras siguen lloviendo los bombardeos, endulzados con paquetes, televisión y propaganda. Las caras de los niños que sobreviven más al oriente no se iluminan tanto. Tienen las esperanzas tristes y el estómago vacío. Dice la FAO que transcurre lenta la cruzada mundial contra el hambre. Y España, según Intermón, tampoco se apresura a luchar por el desarrollo de las sociedades más pobres. El famoso 0,7 por ciento ha quedado traspapelado en el cajón, como las cartas que se han puesto amarillas. También han envejecido los buenos deseos de algunos miembros de las ONG, protagonistas a veces de la fama deseada, mientras muchos luchan en el anonimato para llevar paquetes de ayuda, justicia, paz y buena voluntad a quienes más lo necesitan. Para eso trabajan, ahora también, en Internet, donde han prometido no competir, ayudarse... El hombre falla. Bajo el envoltorio destinado a los voluntarios se guardan muchas esperanzas por mejorar. Pero, a veces, fallan. Los farmacéuticos buscan en su regalo remedios que curen. Pero, a veces, esos remedios matan. Los políticos quieren encontrar las actuaciones para llevar a buen puerto a sus ciudadanos y a una sociedad más justa. La sociedad tiene que soñar que también lo hacen, aunque a veces el pez muera por la boca y, ya cadáver, tenga que acudir al médico de cabecera por prescripción ministerial. La sociedad tiene que soñar también que debajo del envoltorio de los profesores y los estudiantes universitarios está el libro para ser más solidario mientras se aprende y se enseña a ser adulto. Lo de la Ley que lo arregle el Gobierno. La sociedad sueña que el Gobierno tiene las instrucciones debajo del envoltorio.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo