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SIN ESPINAS

La gran quiebra

Fotografía

Por Javier de la RosaTiempo de lectura2 min
Opinión04-12-2005

La distancia cada vez es mayor. El engaño total. Los intereses están confundidos. Los “responsables” políticos y los voceros de los medios explotan su gallina de los huevos de oro para sacar unos réditos que terminarán por generar una situación tan absurda como insostenible. Pero los ciudadanos no debemos caer en ese juego porque no es nuestro negocio. El espectáculo circense de la “información” política española se asemeja ya a otros como el de la prensa rosa y el sensacionalismo barato de los programas deportivos. Y todos sabemos que el amarillismo tiene como único objetivo vender más periódicos o ganar más audiencia para forrarse con la publicidad. La desvergüenza ha calado ya en todos los ámbitos de responsabilidad social de este país. Pero lo más peligroso es que los asuntos que se están tratando con tan suma desfachatez son muy delicados porque afectan a los principios y a las creencias de los españoles. Remover los sentimientos con tan poca delicadeza es muy comprometido. Hacer de cuestiones tan determinantes un espectáculo frívolo y barriobajero tendrá penosas consecuencias. La historia así lo ha atestiguado constantemente. Por eso parece mentira que muchos que demuestran conocerla tan bien, no se den cuenta de lo turbio de sus andanzas. Bueno, sí se dan cuenta pero les da lo mismo. No nos dejemos dividir. Los intereses de los españoles son otros. Los grandes terratenientes de la política y los señores feudales de los medios de comunicación están demostrando toda su amoralidad. De verdad, que sólo están preocupados por su negocio -que es la ambición de poder-. Ya no disimulan, ya no invierten ni un solo esfuerzo en preocuparse por los problemas reales de los ciudadanos. Sólo quieren tenernos aborregados, divididos para garantizar que por muy mal que lo hagan, les sigamos aguantando antes de apoyar cualquier otra opción. El interés general, la unidad nacional, la política exterior común, el país en definitiva, les importa un pimiento. Por eso, precisamente esos temas son hoy su campo de batalla. Los españoles no debemos confundir los enemigos. Estos son quienes en vez de callar y trabajar para solucionar problemas, sólo nos los están creando.

Fotografía de Javier de la Rosa