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ANÁLISIS DE ECONOMÍA

Más intereses e interesados

Fotografía

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía04-12-2005

Ha tardado en reaccionar después los últimos movimientos de la Reserva Federal, pero al final el Banco Central Europeo (BCE) ha quebrado ese dos por ciento que criaba telarañas desde hacía cinco años. Lo ha hecho en contra, incluso, de los consejos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que pedía a la institución monetaria que no tocara el precio del dinero para no ahogar la incipiente recuperación económica de la eurozona. Y el BCE se ha atrevido a desafiar la subida del precio del petróleo para lastrar un poquito más el ansia consumista de los bolsillos de los europeos. Dentro de poco los comerciantes no pondrán peros al pago con tarjeta, pero sí es posible que a los trabajadores les cueste más gastarse su dinero. Sobre todo porque la hipoteca se va a llevar un mordisco 200 euros más grande al año. A las bolsas no les ha importado demasiado, quizás porque ya lo esperaban y sabían que tarde o temprano la subida del precio del dinero tendría que repercutir en algún sitio. Este repunte de los tipos ha sido criticado. Por el flanco izquierdo, porque la actitud frente a un elemento inflacionista –el repunte de la energía- debería ser contestada con una maniobra deflacionista –bajar los tipos-, puesto que el objetivo del BCE es mantener el Índice de Precios al Consumo (IPC) por debajo de un límite. Por el flanco derecho, porque la institución europea ha tomado esta medida en un momento en el que no había un clamor suplicando por ella y en el que existe un cierto peligro de frenar a una economía que está concluyendo un ciclo alcista. En otras ocasiones se le pidió que actuara, y la entidad hizo caso omiso. Por el petróleo, por la trayectoria imparable del euro, por… Y el BCE se puso tapones en los oídos. Ahora no había mucho interés por lo que hicieran Trichet y compañía, especialmente porque nos habíamos acostumbrado a ese sempiterno dos por ciento. Pero con este incremento han conseguido que nos volvamos más interesados en el tema, puesto que comprar un piso será más caro. Los expertos auguran incrementos en 2006 hasta que la cifra se afiance durante una nueva larga época de estabilidad en el 2,75 por ciento. Veremos qué pasa.

Fotografía de Gema Diego