ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Diciembre
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad04-12-2005
Diciembre nos cambia de cara, nos pinta los colores de frío, nos chispea la mirada de ilusión y nos inunda el corazón de nostalgia. Es el mes del adiós, el de los recuerdos, el mes que nos hace sentir un poco más viejos, un poco más imperfectos y un poco más vulnerables. Pero diciembre es un mes dulce de turrones y licores. Ya bastantes amarguras nos da el año. Muchos, demasiados males ha traído este 2005 que a punto está de despedirse. ¡Cuántas catástrofes! ¡Cuántas injusticias! ¡Cuántas mezquindades! Diciembre, sin embargo, no es un mes para olvidarlas y pasar página. Diciembre es la oportunidad para aprender de ellas y ponerlo en práctica, para pintarnos una sonrisa y reblandecer el corazón. ¿Cuánto tiempo hace que no nos sentimos niños? Diciembre es el mes de la bondad, el mes del Amor. ¿Qué importan la belleza exterior, el precio de un regalo y la riqueza a toda costa? Diciembre es el mes de la Navidad. Pero no habrá Navidad porque talemos más árboles; no la celebraremos mejor porque seamos más falsos liberales, porque nos queramos esconder de los problemas. La verdad que esconde Diciembre significa mucho más que todo eso. Es más, la Verdad que trae Diciembre tiene la solución a todas las preguntas. Aún nos cuestionamos que cuánto tiene que llover, si nos empobreceremos con la subida de intereses o si nos traerán los Reyes Magos el último capricho que tuvimos. Si diciembre nos cambia la cara, que sea porque el corazón late al ritmo de la bondad.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo