Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

SIN ESPINAS

El bucle melancólico

Fotografía

Por Javier de la RosaTiempo de lectura2 min
Opinión02-10-2005

En está España de Zerolos y Torrentes, Zapatero es otro personaje irrisorio. De verdad, este país es de guasa. Sin elite de ninguna clase en ningún campo. Ni en el intelectual ni en el político ni en los medios de comunicación ni en el universitario. Y a fe que hay gente solvente en todos esos campos pero están dormidos como los apóstoles en Getsemaní o asustados en la barca por miedo a zozobrar. El hombre-masa ha triunfado y ya vale todo, que es lo mismo que decir que nada vale. Vivimos oprimidos por la fuerza de la mediocridad. Y la impotencia sólo nos permite patalear y darnos de bruces contra el paredón social al que nos mandan estos indocumentados. Una vicepresidenta o un presidente del Gobierno pueden ponerse a hacer juegos malabares sin arte ninguno sobre una cuestión de estado. Con eslóganes lamentables y sofismas patéticos. “Estatuto sí, apoyo a la Constitución, sí”, decía Fernández de la Vega sin ruborizarse y sin que ningún periodista levantara la mano para decirle: ¡vaya usted a reírse de su madre! Si el estatuto es sinónimo de inconstitucionalidad ¿cómo puede nadar usted en la permanente contradicción? Al día siguiente el presidente: “aceptación sin más: no. Rechazo, tampoco”. Zapatero debe mirarse al espejo y decirse cada mañana. ¿Yo presidente del Gobierno? ¡Zoquetes! Pero ¿cómo hemos llegado a esto? Pero ¿qué utopía hay en la cabeza de este señor? ¿A qué aspira? Que nos lo cuente y así, al menos, podremos compartir su ilusión por un mundo mejor y morir tan ilusos cómo él. Pero es que sólo se le ocurren chorradas, pronuncia vacuidades y comete dislates en todos los ámbitos. Esto es un sainete, un mal chiste que se repite todos los días con la ayuda de la cohorte de charlatanes tertulianos que viven de lo políticamente correcto. Vivimos en una España camino de la desmembración social y política donde unos bobos sin capacidad verán cómo se cargan un país sin darse cuenta. Y sé que por gritar más alto no se me va a oír más porque los oídos de la gente ya se han roto. La llegada de salvadores de la patria se está gestando. Esos que llegarán diciendo esto lo arreglo yo en dos patadas; y que darán más que dos durante muchos años. Es el bucle melancólico, como decía Jon Juaristi.

Fotografía de Javier de la Rosa