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LÍBANO

Un político prosirio intenta frenar la creciente crisis libanesa

Por Dania MullerTiempo de lectura2 min
Internacional17-04-2005

El asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, el pasado 14 de febrero, ha sumido a Líbano en un mar de tensiones. No logran crear un Gobierno. El nuevo primer ministro, Naguib Mekati, ha prometido luchar por "la unidad nacional" y devolver la democracia a su país.

El presidente de Líbano nombró a Naguib Mekati primer ministro después de que el antiguo jefe de Gobierno pro sirio Omar Karami, renunciara de su cargo por no lograr formar un Gobierno debido a "deseos e intereses contradictorios". Mekati, aliado de Siria, ha logrado conseguir el respaldo de la oposición libanesa antisiria con vistas a las próximas elecciones que se celebrarán en mayo y que él mismo tendrá que organizar. Mekati, a diferencia de Karami, no desciende de las dinastías políticas de Líbano lo que le convierte en un político moderado. Las manifestaciones en la Plaza de los Mártires en la capital libanesa, Beirut, se suceden. El número de manifestantes antisirios duplica a aquellos que aún apoyan la presencia siria en su país. Líbano constituye una zona muy delicada ya que, además de llevar un mes sin Gobierno, es sede de la organización radical chií Hezbolá y zona de intereses para los sirios que tras la retirada de sus tropas han visto vulnerado su "orgullo nacional". Siria está retirando a sus 14.000 soldados que llevaban desde 1976 ocupando el país libanés, la retirada completa se producirá el próximo 30 de abril como demandaron EE.UU. y la ONU. Esto ha supuesto un duro golpe para el régimen sirio que tiene grandes intereses en el país vecino de donde recibe más del 20 por ciento de su PIB. El informe de investigación de la ONU sobre el asesinato de Rafic Hariri atribuyó a Siria "la responsabilidad primaria de la tensión política que precedió al asesinato". Lo cierto es, que la ONU ya mandó un informe el pasado 2 de septiembre, alegando la preocupante ocupación siria en Líbano, pero no fue hasta el asesinato de Hariri cunado este informe viera la luz. El líder sirio Bachar al Asad recibió el poder de su país de manos de su padre, Hafiz Al Asad en el año 2000. Ahora todas las miradas apuntan a Siria que debería legalizar a nuevos partidos políticos para evitar que la presión de EE.UU. aumente y desemboque en algo parecido a lo sucedido en Iraq.

Fotografía de Dania Muller