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IRAK

Powell no logra un apoyo inicial en el Consejo de Seguridad

Fotografía Debate sobre Irak en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

Debate sobre Irak en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

Por Vicente García GandíaTiempo de lectura3 min
Internacional09-02-2003

Colin Powell fue claro al abrir la presentación de las pruebas que, según él, demuestran no sólo que Irak no se ha desarmado sino que además posee armas de destrucción masiva.

Ante un Consejo de Seguridad en el que estaban puestos los ojos de medio mundo, Powell comenzó diciendo: "Las fuentes de las pruebas que voy a presentar son estadounidenses y de otros países, gente que ha arriesgado su vida para informar al mundo acerca de los peligros del régimen de Sadam". A partir de ahí, lo que se había esperado como que fuesen pruebas convincentes y determinantes se convirtieron en una serie de fotos de satélite y grabaciones de conversaciones telefónicas que sólo convencieron a los que ya lo estaban. En una de las cintas se podía escuchar una supuesta conversación entre oficiales iraquíes antes de la llegada de los inspectores en la que uno comentaba: "Lo hemos evacuado todo. No nos hemos dejado nada”. También hubo espacio para las fotografías aéreas de hasta 61 supuestos almacenes repartidos por todo el territorio iraquí en los que se podrían estar fabricando armas de destrucción masiva. En palabras de Powell: "Una cucharilla de ántrax cerró el Congreso de Estados Unidos. Irak ha declarado que posee 8. 500 litros de ántrax, aunque muchas fuentes hablan de 20.000 litros". Pero no sólo mostró fotos. No faltaron tampoco los dibujos de supuestos laboratorios móviles. "Imagínense cómo encontrar 18 camiones entre los miles de kilómetros de carreteras de Irak. Si a los inspectores les llevó cinco años descubrir los programas de desarrollo de armas biológicas, ¿cuánto tiempo para encontrar estas instalaciones sofisticadas?", aseguró Powell. La posibilidad de que Irak pueda llegar a desarrollar cabezas nucleares parece también evidente para los estadounidenses. Powell explicó cómo el régimen de Sadam ya cuenta con el equipo científico necesario para producirlas. A pesar de que Mohamed El Baradei, director del Organismo Internacional de la Energía Atómica, ya había negado que sirviesen para fabricar uranio enriquecido, Powell recordó una vez más los tubos de aluminio encontrados por los inspectores. No faltó en su discurso una parte dedicada a demostrar los supuestos lazos entre Sadam y la red de Bin Laden, en tanto que al parecer desde Irak se podría haber creado un comando responsable de los atentados del 11-S. Unos vínculos puestos en duda por un informe de los servicios de inteligencia británicos revelado por la cadena de televisión BBC al asegurar que los objetivos de Al Qaeda "están en conflicto ideológico con el actual Irak". Reacciones Quien más seguro estaba de las pruebas de Powell fue Javier Solana, el alto representante de la Política Exterior y la Seguridad de la UE, para quien los documentos presentados son una prueba "irrefutable e innegable" de lo que ocurre en Irak. Una vez asegurado el apoyo incondicional de Reino Unido en el ámbito de los miembros permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU, las reacciones que más se temían desde la Administración Bush eran las de Francia, Rusia y China, los otros tres miembros con derecho de veto. Todos en principio se mostraron partidarios de ampliar la misión de los inspectores excepto Rusia, que ha logrado pasar de una posible abstención o incluso veto a apoyar los planes de Bush en el marco de Naciones Unidas. Por su parte, Chirac aseguró que "Francia decidirá, en su momento, según las circunstancias, a la luz de la situación y la información pertinente" si hace uso de su derecho de veto; y el Gobierno chino "respeta el trabajo de los inspectores en Irak y se opone a llegar a conclusiones imprudentes antes de que concluyan su labor, necesiten el tiempo que necesiten". Eso sí la contrapartida que ha puesto EE.UU. sobre la guerra es tentadora: Bush ha modificado su cláusula de "país más favorecido" a China concediéndole beneficios económicos en sus intercambios con EE.UU.