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JUSTICIA INFINITA

Estados Unidos prepara su represalia militar

Fotografía Un neoyorquino pide a Bush que pase a la acción

Un neoyorquino pide a Bush que pase a la acción

Por Txema GarcíaTiempo de lectura1 min
Internacional23-09-2001

El presidente estadounidense, George W. Bush, ha dado todos los pasos necesarios para llevar a cabo la operación militar bautizada como Justicia Infinita. El objetivo es Afganistán, quién se niega a extraditar al terrorista Osama Bin Laden, principal sospechoso de ser el causante del martes negro.

La Cámara Alta autorizó al presidente a usar "toda la fuerza apropiada y necesaria" contra los responsables de los atentados terroristas "y las naciones y organizaciones" que colaboraron. El siguiente paso emprendido por Bush fue el de recabar el mayor número de apoyos internacionales ante la inminente campaña bélica. Dichos apoyos incluyen desde los tradicionales aliados europeos (y Rusia), que aprobaron la semana pasada dar luz verde, que no carta blanca, a las operaciones “selectivas” que Estados Unidos lleve a cabo; hasta países del mundo árabe o naciones de vital importancia estratégica como Pakistán. El propio Bush se dirigió al Congreso para explicar en qué consistirá la operación Justicia Infinita y cuáles serán las principales medidas. “O estáis con nosotros, o estáis con los terroristas”, retó Bush a la Comunidad Internacional. El discurso, catalogado por la prensa como el mejor del último medio siglo en el hemiciclo de la capital, cosechó numerosos aplausos y el respaldo unánime de una nación que lo apoya en un 91 por ciento. La siguiente medida tomada fue el anuncio hecho por el Pentágono de la movilización de sus tropas de combate en tierra así como el transporte de tropas al Mar Arábigo, muy cerca de Afganistán. “Será una maratón bélica y no un sprint, anticipó el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Se calcula que la zona acoge a más de 500 aviones plenamente operativos, entre ellos, varios bombarderos B-52, y 100 cazas de refuerzo F-16 y F-15. Además, la flota del USS Roosevelt partió hacia la zona para unirse a los otros dos portaaviones fondeados en aguas asiáticas: el USS Carl Vinson y el USS Enterprise, todos ellos con Afganistán en su radio de alcance.