Los planes de rescate para sacar a Grecia de la crisis económica están siendo un fracaso: las reformas avanzan muy lentamente, los conflictos sociales van en aumento provocando nuevas crisis de gobierno, y la posibilidad de acceso a los mercados financieros se percibe cada vez más lejana.
Alemania ha conseguido que se acepte su exigencia de que acreedores privados, bancos y aseguradoras participen en las ayudas al país heleno, sin embargo esa participación será "voluntaria", según han destacado Merkel y Sarkozy al final de la reunión que han celebrado este viernes en Berlín.