La Encuesta de Población Activa (EPA) confirmó la pasada semana todo los temores. España supera ya los 3 millones de parados lo que supone una tasa del 13,9 por ciento.
El secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, fue uno de los primeros en reconocer la tendencia a la baja del sector turístico, tras un fin del año pasado que -en sus palabras- “no ha sido bueno”. No es sólo un dato negativo más, en medio de la crisis del ladrillo, el turismo es la única baza con la que cuenta España para sostenerse.
El Euríbor, tipo al que se conceden la mayoría de las hipotecas en España, cerro la semana en el 2,379 por ciento, la más baja desde el 10 de octubre de 2005, cuando alcanzó este mismo nivel, con lo que la cota mensual se coloca ya en el 2,718 por ciento, el más bajo desde noviembre de 2005, cuando se situó en el 2,684 por ciento.
Los valores continúan en una tendencia negativa motivada por los problemas del sector financiero y la recesión que asola las principales economías mundiales. El Ibex 35 cerró una semana de pérdidas con un balance no muy malo al mantenerse por encima de los 8.110 puntos. El resto de mercados tampoco mejoran su situación de crisis.
El dictador libio, Muamar el Gadafi, ha amenazado con nacionalizar las empresas petroleras extranjeras ubicadas en su país. Dándose la circunstancia que entre ellas está la española Repsol. Algunos medios han señalado que es una simple pataleta del mandamás por la negativa de estas empresas a contribuir a financiar las indemnizaciones de los atentados instigados por Gadafi en su etapa terrorista contra occidente.