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Educación: método anticonceptivo

Por Mar GarcíaTiempo de lectura2 min
Sociedad18-09-2004

La organización Save the Children ha publicado su informe Niñas que tienen niños. Unas 13 millones menores de 20 años tienen que hacer frente en todo el mundo a una maternidad prematura que deja consecuencias emocionales y físicas. La educación es el eje fundamental para atajar este problema que afecta tanto a países desarrollados como a Burundi o Guinea.

De los 13 millones de embarazos que se producen cada año, 70.000 terminan en la muerte de la madre. La mortalidad materna se convierte así en la primera causa de fallecimiento en los países más pobres. La falta de preparación es tanto física -una mujer no está preparada para la maternidad hasta cinco años después de la primera menstruación- como emocional. La falta de educación de estas menores y de su entorno se encuentra íntimamente ligada al problema de la pobreza. De los 115 millones de niños que no se encuentran escolarizados, un 60 por ciento son niñas. Las que consiguen ir a la escuela tienen que abandonarla para hacerse cargo de labores domésticas o del cuidado de los hermanos pequeños. Una mayor concienciación y educación propiciaría un cambio en las actitudes sobre el papel de las chicas y las leyes que establecen una edad mínima para contraer matrimonio. El objetivo es conseguir que un mayor número de niñas puedan acceder a la escolarización y ampliar el margen de edad para permanecer estudiando. Un menor grado educativo propicia un aumento de la pobreza, de los embarazos prematuros, de la mortalidad infantil y un mayor desconocimiento acerca de las enfermedades que se pueden contraer. La ausencia de una buena planificación familiar deriva en un mayor número de contagios de enfermedades de transición sexual como el sida. En países como Burundi, la República centroafricana, Eritrea, Guinea Bassau o Ruanda sólo el cinco por ciento de las mujeres utiliza algún tipo de método anticonceptivo moderno. La pobreza a la que estas menores tienen que hacer frente se ve reflejada en una carencia importante en la atención médica antes y durante el parto. La tasa de mortalidad materna asciende y se acusa en las adolescentes que tienen un 50 por ciento de probabilidades más de fallecer en estas condiciones que una mujer adulta. Estas niñas carecen de una buena nutrición -en el caso de los países desarrollados el problema es el mismo pero las causas son distintas: anorexia, bulimia y un excesivo culto al cuerpo-, lo que deriva en anemias, infecciones urinarias y abortos espontáneos.