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BALONMANO

El Ciudad Real gana la Supercopa

Por David del OlmoTiempo de lectura2 min
Deportes11-09-2004

La Supercopa fue poco menos que un duelo de titanes. Se enfrentaron dos plantillas impresionantes, con estrellas como el croata Mirza Dzomba y el portero Arbad Sterbik, por parte del Ciudad Real, y el serbio Dejan Peric, el esloveno Luka Zvizej y el danés Lars Jeppesen en un remozado Barcelona, en el que debutó como entrenador Xesco Espar.

El Ciudad Real sumó su primer título de la campaña frente a uno de sus grandes rivales en la lucha por la Liga, el Barcelona. Es la primera vez que los manchegos ganan este trofeo que en la edición anterior se había adjudicado el conjunto catalán –entonces entrenado por Valero Rivera- con lo que se tomaban la revancha de aquella final. El Barcelona jugaba su decimocuarta final, de las que había ganado 11, y tendrá que esperar a una nueva oportunidad para ampliar el palmarés. En esta ocasión los equipos en liza eran muy diferentes a los que jugaron la última final en Éibar, sobre todo en el caso del Barcelona, con Xesco Espar dirigiendo su banquillo y los fichajes del meta serbio Peric, el extremo Zvizej, el letal Jepessen y Salva Puig. Por parte del Ciudad Real, grandes incorporaciones, como la del extremo croata Mirza Dzomba –que no tuvo fortuna y se lesionó para un mes–, el central danés Jacobsen y el portero Sterbik: fichajes que han completado unas magníficas plantillas para optar a todos los títulos en juego. El choque se disputó en Lleida, ante un público que vibró con el espectáculo ofrecido por la constelación de estrellas que coincidieron sobre el parqué. Al principio del partido Jeppesen situó en ventaja a su equipo, lo que sería la tónica a lo largo de toda la primera parte, aunque la diferencia nunca fue preocupante para los de Juan de Dios Román. Con sus dos metros de altura, el lateral danés mostró ser temible en el lanzamiento exterior. Hasta que el técnico manchego cambió su defensa, colocando un avanzado, que dejó las tablas al descanso (10-10). En la segunda mitad. el Ciudad Real aumentó su intensidad defensiva y tomó una renta de cinco goles, gracias a su mejor hombre en ataque, Rolando Uríos, autor de siete goles. Faltaban doce minutos para el final y el Barcelona se vació físicamente para lograr dar la vuelta al marcador. Incluso desperdiciaron una renta de dos tantos en los instantes finales, para finalizar en empate (25-25). En la prórroga, el sueco Jonas Källman fue el más destacado y dio el triunfo al equipo manchego por 32-29