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ORIENTE PRÓXIMO

Dos atentados suicidas provocan 16 muertos

Por Eva Pozueco Turabián Tiempo de lectura1 min
Internacional05-09-2004

Beersheva, sur de Israel. En el centro de la ciudad, frente al Ayuntamiento, dos autobuses de línea explosionan casi simultáneamente. Personas presas del pánico por el estruendo de las deflagraciones corren a lo largo de la calle Nesiim. Como resultado 16 muertos y casi 90 heridos. Entre las víctimas se encuentran los dos terroristas suicidas que portaban las bombas.

El Movimiento de la Resistencia Islámica, Hamas, reconoció que ambos terroristas militaban en sus filas, que ambos eran suyos. Tras los atentados, Hamas puntualizó en un comunicado que se había tomado la justicia por su mano, que había castigado a los israelíes como respuesta al asesinato del jeque Ahmed Yasín y por el de su sucesor, Abdel Azíz Rantisi. Aviones del Ejército israelí acabaron con ellos por encabezar el terrorismo palestino. El comunicado cerraba con una amenaza, con la promesa de que situaciones como las vividas se repetirán. La Autoridad Nacional Palestina condenó el acto de Hamas. Pero no es suficiente. Ariel Sharon prometió acabar con el terrorismo con todas sus fuerzas. Y precisamente las fuerzas israelíes se ocuparon del asunto, ya que helicópteros Apache lanzaron misiles sobre el campo de refugiados de Jan Yunes. Al menos cuatro palestinos resultaron heridos. Además, la huelga de hambre que seguían los presos palestinos llegó a su fin. Tras más de 15 días, la Autoridad palestina acepta las peticiones de los presos: eliminar el cristal que separa al preso de sus familiares durante las visitas y el fin del trato humillante de los carceleros.