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COREA

La llegada de refugiados norcoreanos a Seúl amenaza las relaciones entre las dos Coreas

Por Ángela González RodríguezTiempo de lectura1 min
Internacional01-08-2004

Las relaciones entre las dos Coreas están lejos de ser cordiales. La acogida masiva de refugiados procedentes de la república comunista de Corea del Norte por parte de Corea del Sur ha sido calificada por el Gobierno norcoreano de "secuestro premeditado y terrorismo a plena luz del día".

Alrededor de 460 norcoreanos que huyeron de la pobreza y del régimen estalinista de Corea del Norte llegaron a Seúl los pasados martes y miércoles. Los refugiados, que tomaron tierra en dos vuelos diferentes para incrementar las medidas de seguridad, procedían de un tercer país asiático no identificado. Las autoridades surcoreanas han extremado la discreción a la hora de facilitar detalles sobre estos traslados con el fin de reducir al mínimo los problemas diplomáticos, tanto con sus homólogos del Norte como con los del tercer país implicado. Las autoridades de Seúl temen que su decisión de acoger al último contingente de refugiados enfurezca a sus vecinos del Norte y dificulte aún más las relaciones entren las dos partes en que está dividida la península asiática. La reacción del régimen comunista no se ha hecho esperar. "Corea del Sur debería asumir la responsabilidad de las consecuencias de este contratiempo y todas las partes implicadas pagarán por ello", advirtió un portavoz anónimo del Comité para la Reunificación Pacífica de la Patria, un organismo oficial encargado de las relaciones intercoreanas. Este asunto amenaza con tensar las relaciones entre los dos países, en un momento en el que el proceso de acercamiento ya es víctima de otras presiones por el programa nuclear de Pyongyang. El contingente de exiliados norcoreanos es el más numeroso que ha llegado a la Corea democrática en los últimos 50 años. Huir del país estalinista no es una tara fácil. Los miles de norcoreanos que deciden huir del régimen de Pyongyang deben hacer frente no sólo a la persecución por parte de las autoridades de Corea del Norte, sino también a las cada vez más numerosas trabas que ponen en su camino países vecinos como China.