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TOROS

Barcelona, declarada ciudad antitaurina

Por Almudena Hernández PérezTiempo de lectura1 min
Espectáculos07-04-2004

Camino del aeropuerto, un taxista comentaba con nostalgia el devenir de la plaza de toros de Las Arenas de Barcelona. Fue el pasado verano, durante las vacaciones, mientras se anunciaban carteles del siglo en la otra plaza de la Ciudad Condal, la Monumental de Barcelona.

En este mismo coso se anuncia para el domingo un cartel compuesto por Juan Serrano Finito de Córdoba, José Antonio Morante de la Puebla y Julián López El Juli. La programación de este festejo y otros tantos de este calibre que viene confeccionando la empresa de la plaza de toros de Barcelona últimamente indican que la capital catalana, precisamente, es contraria a la fiesta de los toros. Así lo declaró la semana pasada el Ayuntamiento de Barcelona, a propuesta de Ezquerra Republicana de Cataluña, porque la celebración de corridas de toros hacen sufrir a los animales y hieren la sensibilidad de las personas que los contemplan. O quizás, porque las corridas son una fiesta nacional española. Tan insensibles son los taurinos, aficionados y profesionales del toro que se han anunciado diversos festivales en homenaje a las víctimas del 11-M, mientras los toros, en las dehesas, colaboran en la protección de ecosistemas y especies que los ecologistas no tienen en cuenta a la hora de atacar a la Fiesta. Pero, además, en el marco del Forum de las Culturas, que convertirá de mayo a septiembre a Barcelona en la capital mundial del “diálogo”, y que pretende dar voz a las minorías culturales, el Ayuntamiento de la ciudad, uno de los principales organizadores de este evento internacional, ha renegado de un importante capítulo en la cultura de su historia y en la del toreo. Ahí quedan, por ejemplo, los triunfos de Antonio Chenel Antoñete, Enrique Ponce o José Tomás. No obstante, la declaración aprobada por el Pleno del Ayuntamiento de Barcelona no tiene validez a menos que el Parlamento de la Generalitat tome una decisión al respecto.