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ARGELIA

Buteflika gana las elecciones presidenciales argelinas

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura1 min
Internacional11-04-2004

Los observadores internacionales declararon que las elecciones se desarrollaron de forma excelente si se comparan con otros escrutinios que pueden tener lugar en la región. Aún así, que el 83,5 por ciento de los argelinos hayan votado por Buteflika es un resultado “sospechoso” según Rachid Tlemçani.

Rachid Tlemçani es un miembro del cuerpo docente del Instituto de Ciencias Políticas de Argelia. En su opinión, el resultado de las elecciones presidenciales argelinas es un paso atrás en el camino hacia la modernidad. Una de las razones que le hacen pensar así, es que el reelegido presidente, Abdelaziz Buteflika, prevé reformar la Constitución. Esa reforma convertirá Argelia en un régimen más presidencialista de lo que ya es ahora. “De esta forma, estaríamos frente a un estado neototalitario”, explica Tlemçani. La Comunidad Internacional apoyará a Buteflika pues supone una apuesta por la estabilidad. Esa estabilidad es de tipo político y hace referencia al control de los islamistas, que reclaman la legitimidad para existir que les fue arrebatada en 1992. Esa reclamación ha desatado una guerra civil que ha costado la vida de unas 150.000 personas. Sin embargo, la reducción de la violencia islamista no supone una estabilidad total. La prueba es el problema político que plantea, en el este de Argelia, la región de Cabilia. Una región rebelde al poder oficial argelino desde 2001. El día de las elecciones, una huelga general paralizó a los cinco millones de bereber que reivindican el reconocimiento oficial de su identidad. La estabilidad económica no es algo que tampoco vaya asegurar Buteflika. De hecho, como declaraba la candidata del Partido de los Trabajadores, Luisa Hanun, “el 40 por ciento de la población vive bajo el umbral de la pobreza”. El desempleo también azota al país con una tasa superior al 30 por ciento. Es por ello que “la emigración se ha convertido en el deporte nacional” según declara la enviada especial del diario español El Mundo.