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ORIENTE PRÓXIMO

Israel no participa en las audiencias de la Corte de Justicia Internacional

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional15-02-2004

Sólo un ministro, el de Justicia, Tommy Lapid (miembro del partido ultra-laico), se decía favorable a la participación de Israel en el estudio de la legalidad de un proyecto que del lado israelí llaman de “seguridad” y del palestino dicen “del apartheid”.

Este ministro ultra-laico es un ejemplo de la minoría política que hoy día en Israel reconoce el muro israelí como el causante de unas consecuencias desastrosas para el tejido económico y social palestino. Contrariamente al mundo político, el mundo asociativo por la defensa de los individuos reconoce que el proyecto del muro supone una degradación de las condiciones de vida de los palestinos. De hecho, el texto presentado por Naciones Unidas a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contiene datos que lo demuestran. Por ejemplo, la barrera: “corta 30 localidades, 22 establecimientos escolares y ocho nacimientos de agua”. Otra de las consecuencias del muro es que, tras la construcción de los fragmentos que constituirán el muro, 25.000 personas se han añadido a la lista de beneficiarios de la ayuda alimentaria del Programa alimentario mundial. A pesar de todas estas evidencias, Moshe Katsav, presidente del Estado israelí, declaró la semana pasada que el muro “será positivo para las dos partes”. Sobre las audiencias de la CIJ que comenzarán el próximo 23 de febrero, Moshe Katsav opina: “Su contribución no sólo puede ser negativa, tenemos muchas razones para boicotearla”. Todas estas razones están ligadas a la política de seguridad israelí. Contra todas estas razones, Kofi Annan, secretario general de la ONU responde que “el derecho de Israel a proteger su población no debe realizarse contra el Derecho Internacional y de forma que aumente el sufrimiento del pueblo palestino”. El pasado miércoles, 15 palestinos murieron y 25 resultaron heridos en diferentes ataques que el Ejército israelí llevó a cabo en territorio palestino. Desde el comienzo de la actual intifada en septiembre de 2000 hasta el pasado jueves, han muerto 3.753 personas: 2.810 palestinos y 875 israelíes. Por su parte, el plan de paz, la Hoja de Ruta, se podría convertir en papel mojado si EE.UU. decide apoyar el plan unilateral del actual primer ministro israelí, Ariel Sharon. El plan Sharon prevé la redistribución de unos 7.500 colonos que hoy ocupan Gaza. Una posibilidad que se plantea es la de reinstalar a esos colonos en territorio ocupado en Cisjordania. Pero las investigaciones judiciales abiertas contra Sharon y la movilización de los colonos contra la propuesta del premier israelí podrían acabar con el futuro de una de las soluciones propuestas para solucionar el conflicto israelo-palestino.