Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

IRAQ

Más de cien muertos en varios atentados contra las fuerzas de seguridad iraquíes

Fotografía
Por Isabel A. VegaTiempo de lectura2 min
Internacional15-02-2004

En un país que sufre de paro endémico, enrolarse en las fuerzas de seguridad parece una opción razonable, o al menos así lo creían los cientos de personas que esperaban turno en uno de los centros de reclutamiento en Bagdad, cuando un suicida a bordo de un vehículo cargado con 200 kilos de explosivos, se lanzó contra las instalaciones.

Cuarenta y siete reclutas del nuevo Ejército iraquí fallecieron. Cuarenta y ocho resultaron heridos. Ocurrió el miércoles de la semana pasada, cuando no se habían cumplido las veinticuatro horas desde que otro hecho muy similar tuviera lugar en Bagdad. Apenas veinticuatro horas antes, en Iskandariya, a 45 kilómetros de la capital, otro coche bomba había hecho explosión frente a una comisaría, donde también se contaban por cientos las personas que aguardaban para alistarse. Fueron cincuenta y cinco las víctimas mortales. Asimismo, veintisiete personas murieron y cerca de 30 resultaron heridas el sábado de la semana pasada en un doble ataque r contra puestos de la seguridad iraquí en la ciudad de Faluya, cerca de Bagdad, durante el cual los asaltantes lograron liberar a 22 prisioneros, según fuentes militares estadounidenses. Esta sucesión de ataques tiene lugar en un momento en el que la Comunidad Internacional comenzaba a mirar con buenos ojos la posibilidad de adelantar el traspaso de la soberanía a los iraquíes. La ONU, que decidió la semana anterior enviar una comisión a Iraq que estudie una posible convocatoria de elecciones, se pronunció inmediatamente después de que se produjesen los atentados para reafirmarse en su misión y mantener que pese a lo ocurrido, seguirán adelante con “su cometido”. La primera reacción tras los atentados no fue sin embargo de la ONU, sino de la coalición norteamericana en Iraq, que duplicó públicamente la recompensa ofrecida por cualquier pista que conduzca al paradero de Abú Mussab al Zarqaui, un jordano buscado por su presunta relación con Al Qaeda. Las fuerzas norteamericanas mantienen la tesis de que esta red terrorista esta detrás de la gran mayoría de atentados que han tenido lugar en Iraq desde el cese oficial de las hostilidades dictado por el presidente George W. Bush el pasado mes de mayo. La escalada de violencia no se redujo a estos dos atentados. Soldados de la coalición abatieron a diez iraquíes sospechosos de estar preparando una emboscada el martes de la semana pasada. Un día después, un militar americano resultó herido en Ramadi tras un ataque con explosivos contra el convoy en el que viajaba. El viernes, otro estadounidense fallecía y dos resultaban heridos cuando un artefacto hizo explosión contra una patrulla militar. Ese mismo día, varios soldados norteamericanos dieron muerte a un asaltante iraquí e hirieron a otro en Kirkuk.